Parece que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, tiene memoria corta, pues en el Presupuesto de Egresos para este 2019 decidió recortar, en casi 50 por ciento, los recursos para el Programa de Estancias Infantiles, algo que va en contra de lo que prometió en su toma de protesta.
Pues el pasado 1 de diciembre, AMLO —en el punto tres de los 100 compromisos que exclamó en la plancha del Zócalo— aseguró que “mantendría las estancias infantiles de la antigua Secretaría de Desarrollo Social, al igual que los Centros de Desarrollo Infantil (Cendis) que impulsó el Partido del Trabajo (PT).
Asimismo, garantizó recursos para dichos programas y que se integrarían a las secretarías de Bienestar y Educación.
Exacto, no se quedaron sin recursos —y las administran tales secretarías—, pero con la disminución presupuestal y el nuevo esquema para la repartición del apoyo monetario, el futuro de las estancias infantiles pende de un hilo; algo que perjudicaría a cientos de padres e hijos.
¿Será que AMLO sufre demencia o es consciente de las promesas que no está cumpliendo?
