AMLO presume que elecciones ahora sí fueron limpias; pero no en Puebla

Todo parece que indicar que el humor del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, cambió de una forma radical después de convertirse en el virtual ganador de la presidencia de la República, pues después de 18 años, su sueño al fin se convirtió en realidad.

La tercera es la vencida y ahora sí podrá hacerse llamar “presidente legítimo”, puesto que estas elecciones sí fueron libres y limpias, no como las otras en las que siempre hubo fraude, como siempre pregonaba.

Ayer, tras su reunión con el actual presidente mexicano Enrique Peña Nieto, salió con una gran sonrisa a reconocer la labor de EPN, asegurando que fue muy respetuoso del proceso electoral.

“Cuando un presidente interviene en las elecciones no hay una verdadera democracia (…) He padecido de ese intervencionismo faccioso que no corresponde a sistemas políticos democráticos y ahora tengo que reconocer que en este proceso electoral, el presidente Peña actuó con respeto y las elecciones fueron, en lo general, libres y limpias”, aseguró el tabasqueño.

Sin embargo, no todo es tan bello como parece, pues si bien está muy contento planeando reuniones a diestra y siniestra, el partido de Morena sigue sin aceptar la derrota, y en esta ocasión le tocó al estado de Puebla padecerlo.

Como ya es costumbre, los morenistas alegaron “fraude” en los comicios del estado, asegurando que los panistas, en conjunto con el ex gobernador Rafael Moreno Valle, impusieron a Martha Erika Alonso.

Y también como es costumbre, recurrieron a sus viejas tácticas porriles, causando destrozos y golpeando a todos aquellos que se presentan a su paso, sin respeto por las autoridades, que casualmente siempre afectan al partido de Morena cuando no se corona ganador en las contiendas.

Ahora, López Obrador se ha cansado de repetir que durante su gobierno se respetará a todos sus detractores, a quienes no concuerden con ellos, a la libre opinión, e incluso ha asegurado que nada será tomado por la fuerza. Pero, sus morenistas en Puebla no predican con el ejemplo, ¿o sí?.