Tras una reunión a puerta cerrada, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, prometió a los dirigentes de la CNTE detener la evaluación magisterial, reinstalar a los maestros cesados, desaparecer el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) y liberar a los docentes encarcelados.
No satisfecho de las nuevas promesas, ofreció llevar a cabo estas acciones antes de que asuma a la Presidencia el próximo 1 de diciembre y con el sueño “guajiro” de no requerir aprobación de una reforma.
Los dirigentes temerosos de no ser defendidos por el nuevo presidente electo, en los Estados donde no son mayoría, le manifestaron su preocupación y tabasqueño contestó: “No, no, no, no, no ¡entonces para qué estoy puesto, soy torero o qué” No, no, no no, eso si entra en los primeros seis meses. No, no, no, no va a entrara hasta la desaparición del Instituto de la Evaluación”.
Para rematar su ofrecimiento, López Obrador dio a conocer una comisión especial que mantendrá comunicados a la CNTE y el equipo de transición.
Cabe destacar que en este momento, López Obrador no tiene ninguna facultad legal para realizar modificaciones a ninguna ley, y no las tendrá sino hasta que asuma la presidencia el 1 de diciembre.
De modo que su promesa de cancelar la evaluación magisterial y reinstalar a maestros despedidos antes de asumir la presidencia no es sino un engaño.
