Durante la Cumbre COP26 a favor del cambio climático realizada en Glasgow, Escocia, México se comprometió a regañadientes a disminuir el 30 por ciento de sus emisiones de metano en un lapso de ocho años, algo que no podrá cumplir.
El compromiso, al que se sumaron 100 países, surgió a propuesta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien vio en ello una medida para el cuidado del planeta a futuro y al mismo tiempo una oportunidad para alcanzar la recuperación económica mundial.
Pero para cumplir con el objetivo, el gobierno mexicano tendría que invertir en la reparación de fallas en el sistema de recuperación en pozos de extracción de petróleo, que son las que provocan la fuga de gas metano.
Eso no ocurrirá durante el actual gobierno, porque la mayor parte del presupuesto de Pemex está destinado a la construcción de la refinería de Dos Bocas y a la reconfiguración de las otras ya existentes.
Las principales emisiones de gas metano combinado con nitrógeno se generan en el campo de extracción de Ku Maloob Zaap, y en el campo Ixachi, en los cuales hay fugas que llevan años sin ser reparadas y que parecen no importarle mucho al gobierno de López Obrador.
Para cuando se cumpla el plazo de ocho años establecido en este compromiso, López Obrador ya no estará en la Presidencia de la República, por lo que los reclamos de la comunidad internacional los tendrá que enfrentar su sucesor.
La delegación mexicana que asistió a la Cumbre COP26 suscribió este y otros compromisos solo por no quedarse fuera, pero en los hechos el gobierno de la “4-T” seguirá devastando el medio ambiente como hace con el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el tan traído y llevado programa Sembrando Vida.
JC
