A menos de cuatro meses para las elecciones más importantes del país, el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a favor de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” es uno de los temas más polémicos en la política mexicana.
La resolución del Tribunal causó una serie de especulaciones, sobre todo, por parte del tres veces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que el presidente Enrique Peña Nieto ordenó la candidatura del Bronco para restarle votos a él.
“Ellos calculaban y, a lo mejor, lo siguen pensando, que si él va a la boleta, nos quita votos a nosotros, pues no, les va a quitar votos, se los quita al PAN y al PRI, porque la gente que va a votar por nosotros ya sabe perfectamente bien, quiénes son los otros candidatos” señaló durante un mitin en Jalisco.
Aunado a las declaraciones del tabasqueño, los cuatro magistrados que apoyaron el litigio dieron un golpe mortal a la credibilidad de los ciudadanos hacia las autoridades electorales al ignorar la larga lista de anomalías cometidas por El Bronco en su recolección de firmas para llegar a las poco más de 860 mil necesarias para obtener el registro del INE.
Pero en cuanto las declaraciones del tabasqueño sobre “El Bronco”: ¿Se trata de miedo al nuevo integrante de la carrera presidencial? ¿O de una nueva victimización del tabasqueño?
De acuerdo con la “Encuesta sobre preferencias electorales 2018”, realizada por Berumen & Asociados, a nivel nacional, las personas consultadas que reconocen al Gobernador Jaime Rodríguez “El Bronco”, como un aspirante a la candidatura presidencial sólo es sólo un 5.1 por ciento.
Por lo tanto, la percepción de AMLO es errónea, puesto que Rodríguez Calderón no es competencia para ningún candidato de ni de ningún partido.
¿Será que AMLO y quienes apoyan esa teoría ya encontraron su pretexto ante una eventual derrota?
