Muchos de nosotros nos preguntamos por qué es que la 4T, en específico el presidente Andrés Manuel López Obrador, tolera tantos escándalos de Manuel Bartlett y, además, le entrega la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como si su característica principal sea la honestidad.
Y es qué ¿a qué se deberá tanto favoritismo?, muchos de sus allegados afirman que ambos personajes cuentan con afinidades ideológicas desde su paso por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), ambos han construido sus vidas a cambio del erario público, se han victimizado durante todos estos años y, por si fuera poco, son dos experimentados en la vida política mexicana.
Además de cuestiones profesionales, el periodista Mario Maldonado en su columna afirma que los sentimientos son los que más los unen en contra de la oposición fifí neoliberal conservadora: el odio, rencor y sed de venganza contra quienes no les permitieron escalar a las altas esferas del poder durante tantos años.
Habrá que recordar que, casi como si fueran hermanos gemelos, a Bartlett se le negó la presidencia en 1988, cuando siendo secretario de Gobernación se le hizo a un lado y fue Carlos Salinas de Gortari quien, a la postre, terminaría siendo el candidato del tricolor.
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Bien dicen que “Dios los hace y ellos se juntan”, pero ¿será que la “amistad” y los sentimientos se antepondrán ante los supuestos valores de Andrés Manuel?
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