Tal parece que la igualdad de la que tanto pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador no fue aplicada en esta ocasión pues afirmó que los problemas que han padecido las autoridades y los pobladores en Cancún, Quintana Roo, no se comparan con las labores de recolección de basura en la capital del país.
Ante ello, el mandatario aseguró que, según él, como la contaminación en los mares del caribe mexicano no es “tan graves” el problema se va a resolver sin ningún contratiempo pues “se trata de un problema menor”.
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De igual forma, y como es su tradición, Obrador indicó que hasta el sargazo fue herencia de los gobiernos anteriores, aunque habría que recordarle que es él quien está al mando y que es precisamente su administración la que se debe de encargar de resolver cualquier problemática.
