¡AMLO, “DICTADOR BUENO” QUE ASPIRA A SER AMADO!

Itinerario Político

Luego del llanto de Palacio –diseñado para provocar lástima social–, el presidente mexicano se quitó la máscara y, al final, se mostró como el tirano que por décadas ha buscado ser.

Entre risas nada contenidas –contraste con el llanto de la víspera–, en la “mañanera” del miércoles 17 de febrero del 2022 el mandatario mexicano dejó ver lo que por décadas ha sido su mayor aspiración.

Sí, aspira a ser recordado como “el dictador bueno”, según la definición de Francisco Bulnes, uno de los intelectuales que –en esa época–, más justificaron la dictadura de Porfirio Díaz.

Y es que ese miércoles, López no ocultó su deseo de ser recordado como “el dictador bueno” y reconocido con la misma estatura que tuvieron dictadores en la historia, en México y en el mundo.

Claro, Obrador recordó a Bulnes de la misma forma “chabacana” que elogió a Mussolini, en medio del típico juego de palabras “engañabobos”.

Al final queda claro que una de las prioridades de López Obrador es justificar la permanencia de su dictadura; ese poder en un solo hombre que paso a paso lleva al país a la ruina y al fracaso.

Dictadura que requiere callar a los críticos y someter a los disidentes y que, tarde o temprano, terminará por destruir la democracia mexicana, la economía, el empleo, seguridad; el sistema de partidos, sistema educativo, sistema de salud, de protección a mujeres y niños… y que acabará con las libertades básicas.

Sí, resulta que “a propósito del sol, la luna y las estrellas”, el presidente mexicano recordó a Bulnes en una risible indefinición histórica e ideológica y a propósito de la ignorancia de muchos mexicanos.

Incluso colocó en la pantalla gigante de sus mañaneras una de las frases más halagadoras de Bulnes a las dictaduras: “El buen dictador es un animal tan raro que la nación que posee uno debe prolongarle no solo el poder sino la vida”. Francisco Bulnes. (Fin de la cita)

¿Qué intentó hacer y decir el presidente mexicano?

Está claro; López empieza a sembrar en la conciencia colectiva la idea dictatorial del “necesariato” para mantenerse en el poder.

Dicho de otro modo: López es necesario y por decreto debe seguir.

Sí, igual que hicieron los senadores de Morena cuando deslizaron la idea de que todo aquel que no apoya al dictador, es un traidor.

Y, a partir de esa locura política, el paso siguiente será la cárcel o el fusilamiento a todo aquel que se atreva a cuestionar al presidente.

Pero aquí es donde debemos volver la vista atrás.

Es una novedad que López es un dictador.

Sorprende a alguien la dictadura de López.

¿Quién, con dos dedos de frente se tragó el engaño y las mentiras de López?

Lo cierto es que durante la última década aquí documenté las evidencias de que López Obrador era no sólo uno de los líderes políticos más exitosos, sino el más pillo y, sobre todo, el menos confiable.

Durante el último quinquenio presenté pruebas de que Obrador no era un demócrata y documenté que un eventual gobierno de AMLO acabaría en una grosera dictadura sin libertades como la de expresión.

Por años denuncié una a una las trapacerías, engaños, mentiras y raterías del hoy presidente y advertí que su propuesta de gobierno no era más que un compendio de buenas intenciones, mentiras y engaños imposibles de cumplir.

Y, claro, también dije que buena parte de sus seguidores, simpatizantes y votantes eran eso que algunos clásicos de la ciencia política definieron como “legión de idiotas”.

Esa postura crítica, como muchos saben, motivó una campaña de odio en mi contra; además de censura, difamación y calumnia del grupo que hoy detenta el poder presidencial.

Sin embargo, todo lo que aquí pronostique se ha cumplido al pie de la letra y hoy, en un exceso impensable, el presidente mexicano sorprendió a los incautos con el reconocimiento de que se cree el dictador bueno que aspira a ser amado por su pueblo.

Claro, un dictador que ya empieza a poner la reelección sobre la mesa, como aquí lo denunciamos en todos los tonos.

¿Hasta cuándo los ciudadanos mexicanos, los votantes, los preocupados por la democracia seguirán tragando los sapos y las serpientes que les sirve en sus mesas el dictador López?

Al tiempo.