Este domingo se llevó a cabo la elección presidencial en Turquía, en la cual el populista y actual presidente, Recep Tayyip Erdoğan, intentó reelegirse.
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“AMLO de Turquía”: el populista que intentó reelegirse
Al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Recep Tayyip Erdoğan es conocido por amenazar y reprimir jueces, periodistas y profesores. Además calumniar a sus opositores y polarizar a la sociedad; como lo señala Raúl Trejo Delarbre en su columna “El populista y el tren de la democracia“.
El apoyo de votantes para el “AMLO de Turquía” cayó por debajo de la mayoría necesaria para ser reelegido. En la primera vuelta de las elecciones tras computarse casi todos los sufragios; incrementa la probabilidad de que haya una segunda vuelta el 28 de mayo.
Con casi el 91 por ciento (%) de las urnas escrutadas, Recep Tayyip Erdoğan tenía el 49.9% de los votos; mientras que su principal adversario, el líder opositor Kemal Kılıçdaroğlu, tenía el 44.4%. Sin embargo, al no alcanzar el más del 50% de los votos ninguno de los dos, se enfrentarían en una segunda ronda.
Cabe señalar que Tayyip Erdoğan lleva 20 años en el poder, pues en 2003 fue designado como primer ministro de Turquía.
“El hoy presidente turco, concentra el poder en detrimento de la autonomía del congreso, controla a los organismos judiciales y se apoya en el Ejército. En su gobierno, abundan los funcionarios designados por la fidelidad que le tienen y no por sus capacidades administrativas o técnicas”, indica Trejo Delarbre.
Creación de un partido, primero los pobres, uso del Ejército y polarización
También, Recep Tayyip Erdoğan al igual que su homólogo mexicano ha destinado dinero para programas sociales; mismos que le han ayudado a recabar votos y se ha convertido “en los instrumentos de cooptación” del Partido de la Justicia y el Desarrollo, creado por él mismo.
El periodista Raúl Trejo Delarbre indica que “al gobierno de Erdoğan no parecen inquietarle los señalamientos de populismo y autoritarismo que hacen variados especialistas”.
“Tampoco la opinión de grupos ambientalistas, inconformes por el desarrollo de proyectos energéticos contaminantes, sustentados en la explotación de carbón”.
“En 2016, un intento de golpe militar fue pretexto para que Erdoğan emprendiera una extensa purga de funcionarios y ciudadanos adversos a su gobierno. ‘La Gran Limpieza’ le llamaron a la destitución de mandos militares; pero también de jueces y fiscales, así como profesores universitarios y periodistas”, señala el periodista e su columna.
“El populismo de Erdoğan ha sido de manual. Tiene un discurso de corte islamista y reivindica a los pobres; pero sin romper con la oligarquía turca. Estigmatiza y persigue a quienes no lo apoyan y alienta una polarización que divide al país. Tiene posturas racistas y misóginas”, tal y como sucede con el mandatario tabasqueño.
Los métodos del “AMLO de Turquía” “nos resultan demasiado conocidos”.
DC
