A un día de que el ahora exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, anunciara su salida de la institución, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la renuncia se dio debido a la diferencia de ideas que Urzúa tenía con el Plan Nacional de Desarrollo, con el Jefe de Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y con el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Desde Palacio Nacional, Obrador insistió en que fue el exsecretario quien no se acopló a la forma de trabajo que busca, por lo que es normal que existan este tipo de peleas, y agregó que ésta podría no ser la única salida.
“Había diferencias entre ellos – Urzúa y Romo – notorias. Eso era algo evidente que tenían diferencias y con otras áreas. Tuvimos, entre otras discrepancias, que en el plan de desarrollo hubieron dos versiones y la versión que quedó es la que yo autoricé. Incluso me tocó escribirla porque había otra versión y sentí que era continuismo”, comentó.
Y es que, según Andrés Manuel, una de las versiones para el plan de desarrollo presentada por Hacienda se basaba en su mayor parte en el modelo neoliberal de los gobiernos anteriores, motivo por el cual se tuvo que redactar uno nuevo que ya no era del agrado de Urzúa.
Incluso se manejó la versión de que el exfuncionario también tuvo un conflicto con Raquel Buenrostro, encargada de la Oficialía Mayor de Hacienda: “a ella la ven con malos ojos porque es la que tiene la responsabilidad de llevar a cabo las compras y establecer las condiciones para la contratación”.
