#MásPoesía Alfredo R. Placencia

Aquí tienes mis muertos, Señor.

Yo no te pido

muchas ni grandes cosas; nada más el olvido

de las simas oscuras en que hubieren caído.

 

En tu amor solamente y en tu piedad confiaron

y de tu mano sólo todo bien esperaron.

 

Oye lo que te pido,

¡oh, Señor!:

Por lo mucho que mis muertos te amaron

tu piedad me los premie con un poco de olvido.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.