Oliva López Arellano, secretaria de Salud de la Ciudad de México, alertó sobre los efectos negativos del uso de dexametasona para tratar el coronavirus, el cual puede provocar el agravamiento del cuadro infeccioso.
En conferencia de prensa virtual, la funcionaria pública indicó que los médicos de la CDMX utilizan un nuevo tratamiento con ivermectina y azitromicina para tratar personas contagiadas con Covid-19 debido a que han observado resultados positivos.
En ese sentido, detalló que la ivermectina, recomendada principalmente para el tratamiento de neumonía leve y moderada, ha contribuido a que los pacientes ambulatorios y hospitalarios tengan menos carga viral, con muy pocos efectos negativos.
Sin embargo, alertó que últimamente han detectado que el uso de dióxido de cloro, dexametasona o hidroxicloroquina no sólo no ayudan a combatir el virus sino que perjudican y agravan los cuadros.
En ese sentido, recalcó que medicamentos provocan una baja en la inmunidad de las personas y esto lo único que hace es permitir que se replique mucho más el virus y que además se sobreagreguen infecciones bacterianas.
“Produce pues una baja de la inmunidad de las personas y esto lo único que hace es permitir que se replique mucho más el virus y que además se sobre agreguen infecciones bacterianas […] empeoran el cuadro o lo enmascaran, le dan una falsa sensación a los pacientes de que están siendo tratados y de mejoría, y cuando llegan al hospital ya es muy tarde”, advirtió.
López Arellano precisó que hay casos en que los pacientes llegan “sobremedicados” y con ingesta de dióxido de cloro, que causa intoxicación; además de hidroxicloroquina.
“El dióxido de cloro no tiene ningún efecto positivo frente al covid y daña todo el sistema renal, daña también hígado, entonces no es recomendable, al igual que la Hidroxicloroquina y un conjunto de antibióticos, y en particular la Dexametasona manejada de manera generalizada y sin control en el nivel ambulatorio”, subrayó.
Con información de Político.mx y Animal Político
MSA
