La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero presumió que el nivel de aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador creció en 80 por ciento tras las acciones emprendidas contra el robo de combustible.
“Después del impacto que tuvo en la ciudadanía el combate frontal al robo de hidrocarburos nuestro presidente elevó su aceptación en casi un 80 por ciento”, presumió la secretaria federal.
Sin embargo, Sánchez Cordero no ofreció algún dato que sustente esa popularidad de López Obrador.
“La libertad democrática de nuestro Presidente y el apoyo tan grande que le brinda la ciudadanía nos permite, por primera vez en mucho tiempo, ejercer y tomar decisiones soberanas” dijo.
Alguien debería recordarle a Olga Sánchez Cordero que la popularidad no da la razón, además la aceptación del presidente no es condición para que una decisión sea soberana. Ante esto surge la interrogante: ¿La Segob hace encuestas?