Aeropuerto de Toluca, limitado ante saturación del actual aeropuerto: Mitre

El Aeropuerto Internacional de Toluca es una “válvula de escape” útil, pero limitada para resolver la saturación que presenta el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, esto de acuerdo a una carta que la corporación MITRE envió al secretario de comunicaciones y transportes, Gerardo Ruíz Esparza, así como al próximo titular de esta dependencia, Javier Jimenez Espriú.

En la misiva, MITRE expone que el aeropuerto de la capital mexiquense “es limitado debido a la elevación, su meteorología y el obstáculo que representa el poblado de El Cerrillo”

También reiteraron que la operación simultanea del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y la Base Militar de Santa Lucía es inviable, ya que traería consigo una capacidad limitada de operaciones y una incompatibilidad en el espacio aéreo.

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, propuso la inversión de cerca de dos mil millones de pesos para incrementar la capacidad operativa del Aeropuerto Internacional de Toluca, lo cuál ayudaría a resolver el problema de la saturación aérea en la Ciudad de México. Sin embargo, Alejandro Argudín, director del aeropuerto, reconoció que aunque la propuesta es viable, presenta algunas dificultades.

De acuerdo con Argudín, el aeropuerto tiene una altitud de 2 mil 575 metros sobre el nivel del mar, esto sumado a las altas temperaturas que se presentan a ciertas horas del día, las cuales llegan a oscilar entre los 26 y 27 grados centígrados, podrían ocasionar que los aviones no despeguen con una carga completa.

Además, reconoció que el aeropuerto opera a menos del diez por ciento de su capacidad. Sin embargo, aclaró que esto se debe a una decisión comercial de las aerolíneas, ya que prefieren operar en el aeropuerto de la Ciudad de México.

Cabe señalar que el aeropuerto de Toluca está 416 metros más elevado que el de la Ciudad de México por lo que las aerolíneas necesitarían un 25% más de combustible para poder despegar, lo cual supone un costo extra. Además de que la constante aparición de bancos de neblina durante los últimos meses del año podría generar retrasos y dificultar su operación.