Aborto es “como contratar a un sicario para resolver un problema”: Papa Francisco

Durante su homilía pronunciada en la tradicional audiencia en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, este miércoles el papa Francisco comparó al aborto con “contratar a un sicario” para eliminar a una persona problemática.

“¿Es justo contratar a un asesino a sueldo para resolver un problema?”, preguntó a los fieles que lo escucharon rechazar la interrupción del embarazo, que se ha intensificado en los últimos meses en muchos países de Latinoamérica e incluso en Estados Unidos.

“Interrumpir un embarazo es como eliminar a alguien. ¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema?”, cuestionó el sumo pontífice al equiparar el hecho de que algunas mujeres decidan abortar (independientemente de las razones) con contratar a alguien para asesinar a una persona.

La comparación llega en un momento en el que, alrededor del mundo, grupos de mujeres exigen su derecho a decidir sobre su cuerpo.

Caso de Argentina, donde la despenalización del aborto convocó grandes movilizaciones, previo a que la iniciativa fuera votada en el Senado. Y aunque ésta no pasó, quedó el precedente que llevó al presidente Mauricio Macri a considerar modificar el código penal de su país, con tal de no ser blanco de críticas por lo decidido por los legisladores de su partido.

Además de no tocar el tema de pederastia, el papa Francisco hizo a un lado las cifras que indican que miles de mujeres mueren por tener que abortar en clínicas clandestinas o que muchas de las interrupciones de embarazos son realizados por chicas que han sido víctimas de abuso sexual, al sentenciar que nada justifica un acto que suprime “la vida inocente”.

“¿Cómo un acto que suprime la vida inocente puede ser terapéutico, civil o sencillamente humano?”, volvió a preguntar antes de dar su tradicional bendición papal.

En 2016, el representante de la iglesia católica se mostró un poco “flexible” al anunciar que ya no se castigaría con la excomunión a las mujeres que decidan abortar. De igual forma, facultó a sacerdotes a “absolver del pecado del aborto” a los médicos que hayan practicado la interrupción de embarazo.