
Mucho se habló de la facilidad con la que el Gobierno Mexicano cedió ante la presión que generó la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, en donde acordaron reforzar la seguridad la frontera sur con elementos de la Guardia Nacional.
Pese a que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, prometió atender de manera inmediata el flujo migratorio, cientos de centroamericanos volvieron a cruzar este lunes la frontera entre Guatemala y México.
Procedentes de toda Centroamérica, Cuba y Haití, los migrantes cruzaron en pequeñas balsas el río Suchiate sin siquiera ser molestados por alguna patrulla fronteriza. Sólo el Instituto Nacional de Migración (INM) ha intensificado sus revisiones a quienes buscan llegar a los Estados Unidos desde México.
Esperemos que nadie le avise a Trump que México aún se está tomando unos días para procesar toda la pérdida de dignidad del pasado viernes.