
El martes 6 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones legislativas de Estados Unidos, dando la mayoría de votos a los demócratas en la Cámara Baja (Congreso de Estados Unidos), mientras que los republicanos, el partido del presidente Donald Trump se quedó con el control de la Cámara Alta (Senado).
En las elecciones de medio término, según las proyecciones de NBC News, los demócratas ganaron con una mayoría de 229 escaños en la Cámara de Representantes, frente a 206 de los republicanos, consiguiendo así su control por primera vez en ocho años.
Pese que los resultados no son muy satisfactorios para Trump y los republicanos, debido a que la oposición demócrata les ganó el control parcial de la Cámara de Representantes, la que tiene el poder de poner en marcha las iniciativas legislativas, Trump proclamó “una gran victoria” en las elecciones.
“Recibí tantas Felicitaciones de tantas personas por nuestra Gran Victoria anoche, incluyendo de naciones extranjeras (amigas) que estaban expectantes por los Acuerdos Comerciales”, escribió el presidente en su cuenta de Twitter.
Received so many Congratulations from so many on our Big Victory last night, including from foreign nations (friends) that were waiting me out, and hoping, on Trade Deals. Now we can all get back to work and get things done!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 7, 2018
Los demócratas, con esta victoria en el Congreso de EU, podrán no sólo bloquear iniciativas del mandatario sino también investigar sus finanzas y ahondar en la presunta colusión entre su equipo de campaña y Rusia en 2016, aumentando la posibilidad de que se inicie un proceso de destitución en su contra.
Incluso también podrán obligar a Trump a reducir sus ambiciones legislativas, posiblemente condenando sus promesas de financiamiento de un muro en la frontera con México.