El asedio a los medios de comunicación

José Alberto Márquez Salazar

Al poder le disgusta la libertad de expresión y las personas que comunican, analizan y cuestionan. Le desagrada más las que son críticas. México vive una etapa en la que el poder político y la delincuencia organizada buscan silenciar a los medios de comunicación que los interpelan.

Como sucedió hace décadas, cuando el Partido Revolucionario Institucional dominaba y controlaba a la mayoría de los medios de comunicación, hoy, el poder político acosa a muchas y muchos comunicadores que no siguen la línea del dictado.

Esta semana, Adela Navarro, directora del semanario Zeta, informó sobre las amenazas de muerte que recibe a través de su teléfono móvil por la labor periodística que realiza.

De acuerdo con la organización Artículo 19, cuando gobernaba Vicente Fox Quesada, 2000 al 2006, fueron asesinados 23 periodistas; con Felipe Calderón Hinojosa, entre el 2007 y el 20012, 47; entre el 2013 y 2018, gobierno de Enrique Peña Nieto, el número se incrementó a 48; y, con Andrés Manuel López Obrador, del 2019 al 2024, se repitió la cifra de 47. Durante el 2025, ya con la primera presidenta de la historia, el número es de 4[1].

La tentación autoritaria de la izquierda

Entre el 2000 y el 2025, fueron asesinados 172 periodistas (6.8 al año). Durante ese periodo, el 2022, fue el más letal para la labor periodística pues murieron 13 personas.

El estado de Veracruz de Ignacio de la Llave es el que tiene el desafortunado honor de la mayor letalidad para la labor periodística: en 25 años fueron asesinados 31 comunicadores (el 18 % del total nacional). En Guerrero fueron 16 y Oaxaca, Tamaulipas y Chihuahua 15 en cada uno.

De acuerdo con información publicada por el periódico La Jornada.

“El Mecanismo Federal de Protección para Personas Defensoras y Periodistas, que cobija a los defensores y defensoras de población en movilidad humana forzada en México, solo ha beneficiado al 10.6 por ciento de la población objeto, es decir 1 de cada 10, según una investigación de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), en el marco del proyecto regional Derecho a defender los derechos humanos en América Latina y el Caribe.

El informe refiere que en México, este grupo de personas son blanco de amenazas, extorsiones y agresiones físicas por parte de grupos criminales y autoridades. En 2024, por ejemplo, indicó que se registraron 649 casos de violencia contra ellos, con un aumento significativo en los primeros meses del año.” (13/05/25).

En este mes de mayo, el periódico El Universal recibió una notificación del Tribunal Electoral de Tamaulipas para imponer medidas cautelares con el fin de eliminar, en el diario, un artículo escrito por el periodista Héctor de Mauleón donde se relacionaba con probables actos de corrupción a una candidata a magistrada al Tribunal Electoral, Tania Contreras. No es la primera vez que la candidata intenta silenciar a periodistas.

EL NUEVO PRESIDENCIALISMO DE LA DRA. SHEINBAUM

La victoria Andrés Manuel López Obrador para la presidencia de la República reconfiguró la relación entre los medios de comunicación y el poder político. La censura o tendencia negativa que durante más de una década algunos medios de comunicación promovieron contra el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional tuvo impacto.

Pocas veces, durante la vida política moderna en México, desde la tribuna presidencial, los medios de comunicación y los periodistas, fueron acosados, exhibidos y objeto de burlas por el presidente de la República.

Sin entender la relación desigual, y la responsabilidad de la institución, Andrés Manuel López Obrador acosó y asedió a muchos medios que cuestionaban las decisiones de su gobierno.

Es cierto, muchos medios de comunicación mantenían relaciones “vergonzosas” con el poder político: ocultaban, inferían, evidenciaban y promovían la información de acuerdo con lo que les dictaban. Para la sociedad era necesario modificar ese modelo.

Andrés Manuel pudo modificar la relación. Lo hizo, pero no para una mejor relación con el periodismo. Mantuvo buena relación con algunos y hostigó a otros. Y él fue quien generó un deterioro en la profesionalización del periodismo: al tratar de construir canales de difusión cuando los medios tradicionales le cerraban la puerta, junto al Movimiento de Regeneración Nacional, promovió a muchos seudo periodistas que atacaban, ofendían y promovían información y noticias falsas sobre sus opositores.

LA ECONOMÍA Y LA VIOLENCIA NO SE PUEDEN OCULTAR

Una buena parte de esos influencers y comunicadores está enquistados en las conferencias matutinas de la presidenta de la República y sirven para modelar la información y cercar a los medios de comunicación que cuestionan las acciones del gobierno en el poder. Está creciendo una generación de personas que hacen periodismo o comunicación sin la capacidad y compromiso que se requiere.

Hay algo más. El acoso, burlas y exhibición que le hizo Andrés Manuel López Obrador a muchos medios de comunicación, vulneró y afectó a una buena parte de los comunicadores, periodistas, analistas y especialistas, porque no le gustaba lo que decían.

¿Debe el Estado salvaguardar la integridad moral, física y laboral de los profesionales de la comunicación? ¿Requiere mejores periodistas?

Jesús Reyes Heroles afirmó, en uno de sus grandes discursos, que “Lo que resiste apoya”. Sabía de lo que se trataba la política, la importancia de que haya voces críticas, que cuestionen, que pongan en duda.

Sí, hay una gran diferencia entre la crítica vulgar que maximiza los errores del gobierno, del poder, con la intención de verlos derrumbarse (como si no nos afectara a los demás) y hay otra crítica que busca señalar, alertar y ubicar lo que el poder no ve o no quiere ver.

LA ECONOMÍA Y LA VIOLENCIA NO SE PUEDEN OCULTAR

Los ataques contra Adela Navarro y Héctor de Mauleón reflejan la forma en cómo el poder, de la delincuencia organizada y de las instituciones del Estado intentan silenciar voces. Andrés Manuel López Obrador inició un asedio contra los medios de comunicación. Es su herencia histórica.

Al poder nunca le ha gustado la crítica y la libertad de expresión ¿Claudia Shienbaum, la presidenta de la República, será capaz de modificar la relación entre el poder institucional y los profesionales de la comunicación?

¿Será el gobierno de Claudia Sheinbaum el que, por fin, logre afinar un mecanismo de protección a los profesionales de la comunicación y reducir los riegos de su labor?

[1] https://articulo19.org/periodistasasesinados/