Para los lectores del Itinerario Político no es ninguna novedad que, desde el momento que López Obrador llegó a la dirigencia del PRD, inició la alianza del dizque “izquierda” mexicana, con las bandas criminales.
Y es que, por si lo han olvidado, esas alianzas criminales las documenté aquí desde el siglo pasado, cuando en 1996 López Obrador impuso como alcalde de Iguala, a José Luis Abarca, jefe de la mafia Guerreros Unidos y quien a la postre ordenó secuestrar e incinerar a “Los 43” de Ayotzinapa.
Ya como jefe de gobierno del Distrito Federal, Obrador amplió sus alianzas criminales en la capital, al extremo de que entre los años 2000 y 2005, el DF fue una de las entidades más violentas e inseguras del país.
¿Recuerdan la Marcha Blanca, de cientos de miles de capitalinos en protesta por la inseguridad, la violencia y el secuestro? ¿Recuerdan que AMLO se burló en una mañanera por la protesta de “los fifís”?
Desde entonces empezó el empoderamiento de los cárteles criminales en la Ciudad de México, lo cual fue denunciado no sólo por la jerarquía de la Iglesia Católica mexicana, sino por el gobierno de Estados Unidos.
Por ejemplo, en junio del 2022, luego que dos sacerdotes jesuitas de Chihuahua fueron asesinados, la Diócesis Primada emitió el siguiente comunicado: “¡Vivimos un infierno! ¿Cómo hemos llegado a este desprecio por la vida humana, a la degradación de los valores, al endiosamiento de la impunidad, la maldad y el egoísmo? Todos somos responsables”.
Y luego dice que los tres órdenes de gobierno –federal, estatales y municipales–, “están rebasados por la delincuencia debido a que carecen de la capacidad humana, logística, económica, técnica e incluso moral, para hacer frente a la violencia criminal”. Y condena a los grupos criminales: “Lastiman en lo más profundo a nuestro pueblo, esto a causa de la violencia que crece como la espuma y parece que no hay forma de detenerla”. (FIN DE LA CITA)
En esa misma fecha –junio del 2022–, el Congreso de Estados Unidos dio a conocer su informe sobre el avance de las bandas criminales en México, a partir de información del Departamento de Estado, en el que advierte que casi todo México es territorio de las bandas criminales.
Un informe que establece puntos de la geografía mexicana en donde “por ninguna razón” deben viajar ciudadanos de aquel país, como los estados mexicanos de Sinaloa, Tamaulipas, Colima, Guerrero y Michoacán. También recomienda a sus ciudadanos “reconsiderar todo viaje” a los estados de Chihuahua, Durango Jalisco, Guanajuato, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Zacatecas, Baja California y Nayarit. Además, pide “precauciones adicionales” si piensan viajar a Chiapas, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Aguascalientes y Ciudad de México.
Y la violencia en la Ciudad de México ha sido un tema especialmente tratado en este espacio. Por ejemplo, en la columna de opinión: Al Tiempo, del 3 de julio del 2022, titulada: “¡Atrapa el “narco” al gobierno de Claudia!”, hable de los cambios en el gabinete de Claudia Sheinbaum, en la capital del país, y de la forma en que incorporó a su equipo a grupos criminales.
Así lo dije: “Sin pudor, sin vergüenza y sin que le importara la ley, la jefe de gobierno de CDMX llevó al primer nivel de la política y del poder en la capital del país a uno de los jefes del “narco” que controla buena parte de la capital.
“En efecto, la sucesora presidencial número uno, la “supuesta elegida” no dudo en colocar en una de las áreas estratégicas para fines político-electorales, a un presunto narcotraficante y criminal señalado por lo opositores desde hace por lo menos una década.
“Se trata del ex alcalde de Tláhuac –sí, Tláhuac–, Rigoberto Salgado, quien ya despacha nada menos que en la secretaría de Bienestar Social; por pura casualidad, una dependencia clave para fines electorales, lo que confirma que, en las elecciones del 2024, el “narco” también llenará urnas en la capital del país.
“¿Y quién es “Rigo Salgado”?
“Poca cosa, además de que entre 2015 y 2018 se desempeñó como delegado de Tláhuac, justo cuando esa demarcación vivió los peores niveles de violencia, ahí creció como la espuma la mafia criminal del mismo nombre: “Cártel de Tláhuac”.
“En realidad se trata de un grupo criminal que llegó a la capital del país en los tiempos de la jefatura de gobierno de López Obrador y que combatió a un adversario criminal del jefe de gobierno; el Cártel de Iztapalapa.
“Detrás de Rigoberto Salgado, el brazo mafioso que se encargó de la banda criminal era el mítico Felipe de Jesús Pérez, motejado como “El Ojos”, a quien el Cártel de Sinaloa le encomendó la plaza, con el aval del jefe real, López Obrador.
“Por eso, en 2015, López Obrador hizo todo lo necesario para que Rigoberto Salgado se convirtiera en candidato y luego jefe delegacional de Tláhuac, en donde estableció un poderoso feudo de venta de droga, a través de la no menos poderosa “mafia de los mototaxis”, que eran la mejor forma de distribuir y vender estupefacientes provenientes del “Cartel de Sinaloa”.
“El feudo criminal de Salgado se extendió a la trata de mujeres y al cobro de piso; actividad criminal que regenteaban la banda de “Los R”.
“¿Y quiénes eran “Los R”?
“Poca cosa, los hermanos Rigoberto, Ricardo, Raúl y Rosendo Salgado.
“En efecto, los hermanos del jefe Delegacional, encabezados por el propio “Rigo”, crearon una peligrosa banda criminal que hizo de Tláhuac el terror en la capital del país.
“Por eso, y en respuesta de un reclamo reiterado, el entonces jefe de gobierno, Miguel Mancera, autorizó un operativo conjunto entre la policía capitalina y La Marina, para detener al jefe del “Cártel de Tláhuac”.
“De esa manera, el 27 de julio de 2017, luego de una refriega que incluyó balaceras callejeras, quema de vehículos y una persecución de película, La Marina abatió a “El Ojos”.
“Horas después de ese golpe espectacular, en el mismo julio de 2017, opositores al naciente Partido Morena exigieron la renuncia del jefe delegacional de Tláhuac, Rigoberto Salgado, por presuntos vínculos con “El Ojos”, jefe del narco en Tláhuac.
“¿Y qué creen?
“Qué por orden de AMLO, Morena se opuso a tal renuncia a pesar de que Rigoberto Salgado era el verdadero brazo político de “la mafia de Tláhuac”, integrada por los hermanos Rigoberto, Ricardo, Raúl y Rosendo Salgado.
“En esa misma fecha, julio de 2017, el senador Alejandro Encinas exigió a Mancera una explicación del operativo de La Marina en Tláhuac para abatir a “El Ojos. Sí, delirante, Encinas comparó el operativo contra el criminal con “el 68”.
“Pero hay más. En 2018 López Obrador impuso a Rigoberto Salgado como candidato de Morena a diputado federal. A nadie le importó que se tratara de un jefe mafioso al servicio del Cártel de Sinaloa.
“Y a partir del viernes 1 de julio del 2022, Rigoberto Salgado, presunto jefe del “Cartel de Tláhuac”, se encargará de los programas sociales del gobierno de Claudia Sheinbaum.
“Sí, el crimen organizado asaltó el poder en la CDMX. Se los dije”. (FIN DE LA CITA)
¿Les queda claro el tamaño de la disputa criminal en la Ciudad de México? Sí, el tamaño del mensaje, del crimen y de la venganza, es del mismo tamaño de los negocios criminales.
Al tiempo.