Muerte del Papa Francisco ¿Cómo se lleva a cabo el cónclave?: Guía paso a paso

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El deceso del Papa Francisco el 21 de abril de 2025, a sus 88 años, ha desencadenado un momento trascendental para la Iglesia Católica: la Sede Vacante y el posterior cónclave, un ritual ancestral que definirá al próximo guía espiritual de más de 1.300 millones de fieles.

¿Qué significa el cónclave y por qué es relevante?

El cónclave, derivado del latín cum clave (“bajo llave”), es la asamblea confidencial de cardenales electores que se reúnen en la Capilla Sixtina para designar al nuevo Sumo Pontífice.

Instituido en 1274 por Gregorio X, este mecanismo protege la decisión de influencias externas, garantizando un proceso guiado por la fe. Tras la partida de Francisco, el cónclave es el pilar que asegura la continuidad del liderazgo católico, captando el interés mundial.

Etapas del cónclave tras el fallecimiento del Papa Francisco

  • Verificación del deceso y comunicado oficial
    El proceso arranca cuando el cardenal camarlengo, hoy Kevin Farrell, confirma la muerte del Papa, apoyado por diagnósticos médicos modernos. El camarlengo clausura los aposentos pontificios, inutiliza el Anillo del Pescador y el sello papal, simbolizando el fin del pontificado. El Vaticano notifica la noticia globalmente, acompañada por el tañido de las campanas de San Pedro.
  • Sede Vacante: Gestión transitoria
    En la Sede Vacante, el camarlengo administra temporalmente los asuntos vaticanos, sin potestad doctrinal. El Colegio Cardenalicio coordina las exequias y el cónclave, convocando a los cardenales a Roma. Durante nueve días, los novendiales, se rinde homenaje al Papa fallecido, con un funeral entre el cuarto y sexto día. Francisco, con su enfoque austero, reformó en 2024 los ritos fúnebres, eliminando el triple ataúd y permitiendo su sepultura en la Basílica de Santa María La Mayor.
  • Organización previa al cónclave

    Los cardenales acuerdan la fecha del cónclave, que debe empezar entre 15 y 20 días tras el fallecimiento, aunque puede adelantarse si todos los electores están presentes, según una norma de Benedicto XVI. En las Congregaciones Generales, debaten los retos de la Iglesia y el perfil del próximo pontífice. La Capilla Sixtina se equipa con tecnología de seguridad, como bloqueadores de señal, para preservar la confidencialidad.

  • Apertura del cónclave: Ceremonia inicial
    El cónclave se inaugura con la Misa Pro Eligendo Pontifice en San Pedro, seguida de una procesión hacia la Capilla Sixtina, donde los cardenales entonan el Veni Creator Spiritus. Con el grito “Extra omnes”, el maestro de ceremonias cierra las puertas, dejando solo a los cardenales electores (menores de 80 años). Hoy, hay 139 electores, con mayoría europea (54), seguidos por asiáticos (24), sudamericanos (18), africanos (18), norteamericanos (16), centroamericanos (4) y oceánicos (4). Los cardenales juran guardar absoluto secreto.
  • Escrutinios y señales de humo
    Las votaciones, secretas y en la Capilla Sixtina, requieren una mayoría de dos tercios para elegir al Papa. Se efectúan hasta cuatro rondas diarias (dos matutinas, dos vespertinas). Las papeletas se incineran tras cada sesión: el humo negro (fumata nera) indica que no hay consenso; el blanco (fumata bianca) anuncia la elección. Para evitar demoras, tras 34 rondas sin éxito, se puede votar entre los dos candidatos más respaldados.
  • Proclamación del nuevo Papa
    Tras elegir al candidato, el cardenal decano, Giovanni Battista Re, le pregunta: “¿Aceptas tu elección como Sumo Pontífice?” y, de aceptar, “¿Qué nombre escoges?”. El nuevo Papa se retira a la Sala de las Lágrimas para vestirse con las insignias pontificias. Desde el balcón de San Pedro, el protodiácono anuncia el “Habemus Papam”, presentando al nuevo pontífice, quien ofrece la bendición Urbi et Orbi.

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Reformas de Francisco al proceso

Francisco dejó un legado transformador, incluso en su sucesión. En 2024, con el documento Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, simplificó los funerales, descartando tradiciones como el triple ataúd y permitiendo flexibilidad en el lugar de entierro. Su creación de 142 cardenales de 70 países, incluyendo 22 naciones sin precedentes, diversificó el Colegio Cardenalicio, lo que podría favorecer a un Papa de regiones menos representadas.