El candidato presidencial de Por México al Frente, Ricardo Anaya, reprochó al PRI el haber atorado la iniciativa para eliminar el fuero al presidente y a otros funcionarios.
En su conferencia de prensa matutina,Anaya calificó como “inaceptable el engaño” del PRI al presentar una iniciativa en la Cámara de Diputados y obstaculizarla en el Senado.
Anaya señaló que con el “atorón” del PRI para quitar el fuero a los servidores públicos queda claro que ” del dicho al hecho hay mucho trecho”.
Además, el panista se pronunció por qué la eliminación del fuero se dé desde ahora.
Un reclamo simplemente electorero, de campaña y lleno de mentira y engaños. En lugar de hablar de un “frenón”, hay que recordar que la citada propuesta tendría que ser analizada a profundidad para no dejar vacíos legales.
El antes llamado Joven Maravilla, reclama que la iniciativa fue presentada por el PRI, pero después el propio tricolor no la aprobó. Pero hace poco más de una semana, el panista se adjudicaba la “paternidad” de dicha legislación, y peleaba con el tricolor y hasta con Morena acerca de quien había presentado antes la propuesta que fue aprobada en la Cámara Baja.
Anaya no dudó en colgarse la “medallita” cuando la iniciativa pasó en la Cámara de Diputados… y ahora que la rechazó el Senado, dice que fue el PRI el que la presentó.
Más allá de lo anterior, la cuestión más importantes es: ¿Cumplía la iniciativa con los requisitos necesarios para ser aprobada por los senadores?
En su engañoso reclamo, Anaya no dice que la reforma que avalada en San Lázaro no incluye a sujetos como los síndicos, lo cual es absurdo, además de que no se precisa el tema de la mayoría absoluta en el proceso para enjuiciar al Presidente de la República. Lo anterior fue evidenciado por el senador Luis Humberto Fernández, quien no milita en el PRI, sino en el Partido del Trabajo.
Ante el grosero engaño de Anaya, vale la pena recordar las palabras del senador –panista, por cierto– Ernesto Cordero, quien la semana pasada advirtió que la propuesta de eliminación del fuero –proveniente de la Cámara de Diputados debía ser bien analizada, y que los senadores no debían buscar “el aplauso fácil” por aprobarla.
Al parecer, Anay sí quería “el aplauso fácil, y no como no se lo llevó, prefirió engañar con el cuento de que el rechazo a la iniciativa es culpa del PRI.
Ayer, en una de las últimas sesiones, seguía sin consenso la aprobación de la reforma del fuero, por lo que no se descarta que este viernes continúen los trabajos en espera de un acuerdo y ver si hay condiciones de llamar al pleno del Senado.