Beatriz Gutiérrez Müller ha expresado su decisión de no asumir el rol tradicional de “Primera dama” en México, destacando su autonomía y libertad personal.
En su libro “Feminismo silencioso”, la historiadora y esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador planteó que ninguna mujer debe ser considerada propiedad de su esposo o del gobierno, reafirmando así su derecho a decidir sobre su propia vida.
“La esposa de un gobernante debe decidir qué hacer porque nadie es dueño de su vida, al menos en México. Yo no soy propiedad de mi esposo ni del gobierno. Todas las mujeres somos libres de decidir por dónde queremos, podemos o debemos andar”, expresó.
En otro tema, Gutiérrez Müller también criticó la atención desproporcionada que la prensa ha dado a su apariencia y comportamiento en eventos; y lo contrapone a las entrevistas que ha ofrecido, las cuales, dijo, no han sido publicadas.
Ecocidio: AMLO minimiza impacto ambiental en construcción del Tren Maya
De igual manera recrimina el papel del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ante la andanada de solicitudes que en estos años preguntaron sobre sus funciones o cargos, sus ingresos y patrimonio.
Y, por lo menos en dos ocasiones, asienta que, aunque durante el sexenio decidió “hacerse de la vista gorda” y no proceder contra personas que consideró que “han abusado de su poder o de su fijación en contra mía y de mi hijo”, se reserva el derecho de proceder por las vías civil o penal.
“En una República democrática y de derecho, por la que yo misma he luchado, sé que existen leyes y códigos para sancionar la infinita cantidad de abusos libertinos. Si cambio de opinión, ¡nos vemos en los tribunales!”, advierte.
Con información de Proceso y lainmersion.mx
MSA