La política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador ha resultado no sólo un fracaso, sino un problema para las finanzas del país.
Ya que por un lado, ha despilfarrado millones de pesos para pagar la inmensa deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex), que es considerada la empresa más endeudada del mundo, y así supuestamente “rescatar” la soberanía energética de México.
Por otro lado, apuesta por la generación de energía sucia; es decir la quema de carbón y la producción de gasolina.
La ideología de la 4T en materia energética va en la dirección contraria, ya que mientras otros países ya están pensando en el futuro y apuestan por las energías limpias; López Obrador construye una refinería en Tabasco y está conduciendo a México al pasado.
Te puede interesar | ¿Fue a presionar? Adán Augusto se reunió con ministros por militarización de GN
Este tema lo aborda Soraya Pérez en su columna “Soberanía energética es pura demagogia”, en donde califica como “terriblemente negativas” las decisiones que ha tomado Andrés Manuel en materia energética.
Cómo ejemplo, expuso el caso de la refinería “Olmeca” en Tabasco, el cual sólo ha traído problemas a los pobladores; y a parte no ha refinado ni un barril de petróleo.
“Las metidas de pata no terminan en Dos Bocas, también están las fumarolas de la refinería de Cadereyta que según diversos estudios emite 90% de todo el dióxido de azufre en Monterrey y esto afecta vías respiratorias y causa graves enfermedades”, escribió.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de El Economista
MSA