Nos sale muy caro a los capitalinos financiar el cuidado de la imagen de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien sueña con despachar desde Palacio Nacional a partir del 2024.
En lo que va de su administración, Sheinbaum ha gastado mil 684 millones de pesos en publicidad, cifra que supera el presupuesto para este año de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que fue de mil 586 millones.
Pero la jefa de Gobierno no solo ha gastado millones en espacios publicitarios, sino en el mejoramiento de su imagen personal, para lo cual ha entregado jugosos contratos a empresas de consultoría.
El resultado del trabajo de las consultorías está a la vista: en los anuncios previos y posteriores a la presentación de su tercer informe de gobierno, aparece una imagen de Sheinbaum sin arrugas y sin bolsas debajo de los ojos, lo que la hace parecer menos cadavérica de lo que es.
El mismo trabajo de photoshop se aprecia en la portada que le dedicó la revista El País Semanal, por lo que muchos no creen la afirmación de Sheinbaum en el sentido de que no pagó por la entrevista que le hicieron en ese medio.
La reconfiguración del aspecto de su rostro es una metáfora de lo que hace Sheinbaum a un nivel más amplio: lavar la cara de su gobierno, manchado por la tragedia de la Línea 12 del Metro del pasado 3 de mayo, que cobró 26 vidas en la alcaldía Tláhuac.
Por eso, es previsible que en los próximos años se incrementen los recursos que el gobierno de la Ciudad de México gastará en publicidad institucional y en el cuidado de la imagen personal de su titular, quien se asume, y con razón, como la corcholata favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sheinbaum ha gastado mucho en publicidad y gastará todavía más. Y lo hará como lo ha hecho durante los tres años que han transcurrido de su administración: con total discrecionalidad.
Tan solo este año, los medios más favorecidos con contratos –entregados por asignación directa– son Televisa y TV Azteca, las dos principales televisoras del país que antes eran tan odiadas por el máximo líder político de Morena.
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A la primera, Sheinbaum le ha entregado 90 millones de pesos y a la segunda 40 millones, con lo cual queda cancelada toda posibilidad de que en esas televisoras alguien se atreva a hacer una mínima crítica al gobierno capitalino.
A imagen y semejanza del gobierno federal, Claudia Sheinbaum premia con recursos a los medios afines y castiga a los críticos. De tal forma, al diario oficialista La Jornada le ha dado 18.7 millones de pesos en lo que va del año, mientras que a Reforma, que tiene un impacto mediático muy superior, solo le ha dado un millón de pesos.
A medida que se acerque el proceso electoral del 2024, Sheinbaum gastará aún más en el cuidado de su imagen y de su gobierno. Lo malo es que esa campaña encubierta nos costará mucho a todos los capitalinos.
OFF THE RECORD
**GOBERNADORA CARNALA
El presidente Andrés Manuel López Obrador busca tener en el Banco de México una “gobernadora carnala” a través de la subsecretaria de Hacienda, Victoria Rodríguez Ceja.
La funcionaria cuenta con una amplia trayectoria en el sector financiero, pero no cumple con los requisitos establecidos en la Ley Orgánica del Banco de México.
Cumple, eso sí, con el perfil de obediente ciega del presidente de la República, que a final es lo importante.
**PECADO DE DESOBEDIENCIA
El ex secretario de Hacienda, Arturo Herrera, entregó a los gobiernos estatales los recursos federales correspondientes a este 2021 conforme a la ley.
Sin embargo, eso le llevó a cometer el pecado de desobediencia, pues López Obrador le había ordenado que especulara con dichos recursos, pues se trataba de un año electoral.
El castigo para Arturo fue que el presidente lo bajó del caballo en el cual se enfilaba hacia el Banco de México.
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