El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) puede presumir una aprobación del 65 por ciento, según las empresas encuestadoras, pero ni con ello quiso acudir al Senado y también le es más complicado desarrollar sus eventos oficiales con normalidad.
De acuerdo con Consulta Mitofsky, actualmente AMLO tiene una aprobación del 64 por ciento; mientras que el sitio Oraculus le da 63 por ciento al cierre de septiembre; Demotecnia 67 por ciento y Parametría 73 por ciento.
Sin embargo, ni con esos altos índices de aprobación López Obrador ha podido evitar el hartazgo de la gente, que día con día padece las consecuencias de su mal gobierno.
No hay que ir muy lejos para comprobar tal situación, pues basta recordar el portazo del pasado 3 de octubre en Huauchinango, Puebla. Ahí, damnificados del huracán ‘Grace’ que no fueron censados irrumpieron en un evento que encabezaba el tabasqueño.
Tampoco se debe olvidar lo ocurrido en Chiapas, cuando integrantes de la CNTE acorralaron su convoy, a las afueras de un cuartel de Ejército, y no le permitieron ofrecer su tradicional conferencia ‘mañanera’.
Otro acto que evidenció que la aprobación de AMLO solo es un espejismo, fue el hecho de que no quisiera acudir al Senado a la entrega de la Medalla Belisario Domínguez, esto después de que la senadora Lilly Téllez amagó con cuestionarlo por su pésimas políticas.
Definitivamente, la aprobación de AMLO, por muy alta que sea, no refleja el descontento del pueblo, que él mismo ha traicionado con políticas y reformas que no permiten el desarrollo del país.
Con información de EME EQUIS
JZ