Este martes, Marko Cortés aseguró su reelección como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN; sin embargo, lo que iban a ser sus contrincantes cuestionaron severamente el proceso.
Cabe señalar que la exdiputada Adriana Dávila y el tabasqueño Gerardo Priego nunca pudieron reunir la 27 mil firmas necesarias para poder registrarse como candidatos, por lo que Cortés Mendoza trató de garantizar desde hace meses el control de los llamados “padroneros”.
Ante esta situación, los padroneros o jefes estatales manipularon a su antojo, a favor de Marko Cortés, los padrones para conseguir las firmas de los militantes que necesitaba el líder nacional, que llegó a recabar 110 mil, con el respaldo de la mayoría de los gobernadores.
Incluso, en un día, la diputada Tere Jiménez puso a disposición del michoacano ocho mil firmas.
De acuerdo con Reforma, el árbitro Gonzalo Altamirano Dimas hizo caso omiso de la denuncia que la semana pasada presentó Dávila. Incluso, la oriunda de Tlaxcala se presentó este lunes en la sede nacional del partido para hacer una severa crítica al procedimiento y anunciar que solo había juntado 19 mil de las 27 mil firmas del padrón, equivalentes al 10 por ciento de la militancia.
Mientras que Gerardo Priego se echó para atrás y ni siquiera se presentó al partido, aunque el lunes, tanto él como Dávila se reunieron para intentar en vano que uno de los dos declinara a favor del otro, pero ni juntando las firmas hubieran obtenido el registro.
“Estamos en la puerta de observar el funeral del PAN”, advirtió Dávila ante la inminente reelección de Cortés, aunado a que solicitó que las 110 mil firmas de éste sean cotejadas con el registro que en el INE tienen de las firmas del padrón.
Además, denunció que, “no podemos decir que hay democracia en el PAN si se utilizan recursos humanos, económicos y técnicos de la estructura nacional, para beneficiar a un sólo candidato” (…) “No es democrático contar con un árbitro electoral interno que en lugar de garantizar un proceso equitativo, prefirió quedarse en la comodidad de la inercia que ha invadido el partido”.
Por su parte, Priego, a través de un video en sus redes sociales, también denunció que el proceso estuvo plagado de todo aquello que el panismo combatió por años.
“Es, por decir lo menos, una vergüenza para nuestra historia. Las ilegalidades e irregularidades van desde la cooptación de miembros, hasta la brutal manipulación y desfiguración del padrón, pasando por la falsificación de firmas, la estructura corporativizada del partido, el uso de la institución para beneficio de un candidato, la ausencia oprobiosa del árbitro y la amenaza a la militancia para impedirle expresarse libremente”, aseveró.
Dado que no tuvo la competencia de Dávila ni de Priego, Marko Cortés será electo como líder del PAN por el Consejo Nacional en fecha aún por definir.
Con información de Reforma
JZ
