Por si faltaba alguna duda de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se está convirtiendo en una copia del mandatario estadounidense, Donald Trump, en donde no sólo ataca a la prensa que no está de acuerdo con lo que dice, sino que tampoco sus colaboradores los aguantan tanto tiempo.
Y es que este fin de semana se anunció la salida del jefe de Inteligencia de los Estados Unidos, Dan Coats, quien representaría la renuncia-despido número 22 en la lista del magnate, de los cuales la gran mayoría no han coincidido con las políticas o se han negado a seguir las órdenes del presidente de los Estados Unidos.
Tal ha sido el caso del tabasqueño quien comenzó su ola de despidos con la ahora ex secretaria de Medio Ambiente, Josefa González Blanco, y ha llegado hasta la más impactante de todas con el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
Cabe recordar que la salida de Urzúa se debió, según él, a que no coincidía con los planteamientos de Obrador, además de que no estaba de acuerdo en que la 4T utilizara el dedazo para nombrar miembros de organismos gubernamentales sólo por ser simpatizantes del presidente.
Es así como las decisiones y las actitudes de estos dos mandatarios han llevado a sus colaboradores a apartarse de ellos pues reprimen las verdaderas funciones para las que fueron nombrados.