Este lunes se dio a conocer otro escándalo de corrupción de la 4T, y es que de acuerdo a El Universal, antes de renunciar a la SCT, Javier Jiménez Espriú, habría entregado un contrato por 50 millones de pesos a una compañía de ingeniería propiedad de su hermano Enrique Jiménez Espriú.
De acuerdo a la columna de Mario Maldonado, la empresa Planificación Total SA de CV, recibió un contrato de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes el pasado 15 de agosto por 50 millones de pesos, alrededor de un mes después de la renuncia del hoy exfuncionario.
La información revela que el acuerdo se generó para la Supervisión Externa de Operación y Dictaminador de Accidentes Graves de la autopista Mazatlan-Culiacán, y éste se logró luego de referendos con el plan federal anunciado por López Obrador para delegar al Ejército la administración de los puertos a cargo de la SCT, para buscar combatir la corrupción en aduanas y entradas comerciales.
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Debido a lo anterior, se especula que Genaro Enrique Utrilla Gutiérrez, podría renunciar este lunes a la titularidad de Caminos y Puentes Federales (Capufe), advirtió el columnista, con el fin de borrar “la huella de corrupción” que el exsecretario habría dejado en la dependencia.
Cabe recordar que Utrilla llegó al cargo en diciembre de 2018 impulsado por el propio Jiménez Espriú y por un contratista de la SCT desde el sexenio pasado, Enrique Gavaldón Enciso. Estos dos últimos, socios en la firma Planificación Total SA de CV, desde febrero de 1998.
AIS
