Abraham Mendoza Centeno, delegado en Hidalgo de Programas para el Desarrollo del Gobierno Federal, dio a conocer este viernes que 170 niños quedaron huérfanos después de las explosión de un ducto de Pemex en Tlahuelilpan.
Asimismo, el funcionario detalló que, en algunos casos, los infantes perdieron a sus dos padres; mientras que otros ya solo tenían a su padre o madre, y éste falleció a causa del siniestro. Ante tal situación, el gobierno busca a algún familiar para que se le designe la patria potestad.
“Están con los tíos o abuelos, para que a partir de los diferentes sistemas DIF tratemos de sacar adelante todo el trámite jurídico y saber dónde queda la custodia de estos infantes”, dijo Mendoza Centeno.
El delegado también señaló que las familias de los fallecidos serán integradas a los programas de Bienestar.
Con base en datos de la Secretaría de Salud, hasta el momento se registran 128 decesos a causa de la explosión.