Venezuela Oposición requiere amplia ventaja para controlar la Asamblea

El próximo domingo, los venezolanos elegirán a sus representantes en la Asamblea Nacional. Es decir, votarán por el equivalente a sus diputados y senadores.

Sin embargo, como aquí hemos documentado, la elección en Venezuela es una de las más opacas, más antidemocráticas y más sucias de las que se tiene recuerdo.

En entrevista para La Otra Opinión, el periodista Luis Carlos Díaz enumeró las formas en que Nicolás Maduro hace campaña en tiempos –y de formas –que no empatan con el marco legal. Por ejemplo:

Uno. Maduro asegura que de perder la mayoría en la Asamblea Legislativa, el nuevo Congreso bloquearía los presupuestos y dejaría sin efecto los programas de apoyo que ha desarrollado el gobierno chavista. Evidentemente, al dictador bananero se le olvida que quienes votan en su contra también son parte de las clases marginadas, las mismas que anteriormente se beneficiaban de las prácticas populistas del chavismo.

Dos. El régimen de Maduro distribuyó los distritos electorales de forma que las regiones donde tienen mayoría cuenten con más diputados. En esta lógica, si la oposición quiere tener peso relevante en el Congreso, deberá ganar por una amplia mayoría. De lo contrario, aunque tenga más votos que el oficialismo, podría tener menos diputados.

Tres. Nicolás Maduro, a dos días de la elección y cuando las campañas ya terminaron, secuestra los medios de comunicación y –en cadena nacional–, difunde la entrega de casas, de becas y de taxis.

Cuatro. El gobierno venezolano ha retenido el equipo y frenado el ingreso de la prensa extranjera. Se sabe de periodistas que han tenido que entrar al país sin cámaras.

Y cinco. A pesar de que Maduro no aparecerá en la boleta, él ha recorrido el país y ha hecho campaña –según él–, para favorecer a los diputados de su partido.

Sin embargo, concluyó Luis Carlos Díaz, a Maduro se le olvida que él no es Hugo Chávez, que él no tiene la popularidad de su antecesor y que él no siempre suma apoyos. La mayoría de las veces, el efecto es el contrario.