El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro contrató a dos empresas fantasmas para cuidar la salud de los trabajadores; para ello, las empresas usaron documentación falsa para ganar los contratos e incurrieron en las mismas irregularidades.
El portal Eme Equis hizo una revisión de los contratos STC-CNCS-029 y el modificatorio STC-CNCS-104/2020 para el servicio integral de ortopedia y suministro de medicamentos, material de curación, complementos alimenticios, y productos dermatológicos, formalizados con el proveedor Casa Plarre S.A. de C.V. con vigencia del 1 de enero al 23 de abril y del 24 de abril de 2020 por 137 millones de pesos, y detectó que la empresa no cumple con los requerimientos para brindar los servicios.
En los manifiestos del 19 febrero de 2019 y del 20 de abril 2020, el proveedor señaló que no tiene adeudos pendientes de pago con el SAT “por no tener trabajadores y ser sujeto al pago de impuesto sobre nómina, que no cuenta con vehículos automotores efecto de pago de tenencia o algún otro impuesto, que tiene carácter arrendatario de inmuebles que utiliza para sus negocios, y por lo mismo, que no es propietaria de ningún inmueble en la Ciudad de México para ser sujeto al pago de agua y predial”.
La prestación de los servicios contratados por el Metro CDMX implica la presencia de personal del proveedor en las instalaciones en donde se encuentran ubicados los botiquines en el Sistema de Transporte Colectivo.
Después Casa Plarre S.A. de C.V. volvió a mentir y en su constancia de situación fiscal señaló que tiene obligación de efectuar el entero de retenciones mensuales por sueldo y salarios.
En su currículum empresarial el proveedor informó sobre sus domicilios sociales, sin embargo, solo se identificó un contrato de arrendamiento comercial del inmueble ubicado en Avenida Cuauhtémoc número 220 colonia Cuauhtémoc, de resto no se sabe si son patrimonio o alquiler.
Las mentiras continuaron, ya que al revisar el comprobante de pago del cumplimiento de obligaciones fiscales en materia de seguridad este correspondía a una empresa distinta cuya razón social es Cetro Empresarial S.A. de C.V., situación que denota la presunta subcontratación de personal, lo cual está prohibido en el contrato.
De acuerdo a la cláusula décima octava, el Metro CDMX pudo rescindir el contrato por subcontratar, ceder o traspasar total o parcialmente los derechos y obligaciones derivadas del contrato, pero no lo hizo.
Además, está impresa incumplió con la entrega de medicamentos por 10.5 millones de pesos, que no han sido localizados “se identificó que como parte integrante de la facturación revisada se encuentran medicamentos no relacionados en los respectivos en el Anexo 1 ‘relación de precios unitarios’ de los contratos, cuyo monto asciende a $10,532,309.98”.
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Con esa misma simulación y con Cetro Empresarial S.A. de C.V., el Metro CDMX contrató a otra “empresa de papel”, se trata de Pharmacop S.A. de C.V. en STC-CNCS-005/2019 para el servicio integral de ortopedia y suministro de medicamentos, material de curación, complementos alimenticios y productos dermatológicos por 195 millones de pesos, y el STC-CNCS-91/2020 con Theraclinic del Valle S.C por 3 millones de pesos para servicio de rehabilitación y terapia física. potenciales evocados y electromiografía.
Pharmacop S.A. de C.V. presentó un manifiesto bajo protesta decir verdad de encontrarse al corriente en las declaraciones de impuestos, sin embargo, el documento carece de fecha de emisión.
“Se identificó que los comprobantes de pago de cumplimiento de las aplicaciones fiscales en materia de seguridad social que presentó el proveedor, corresponden a una empresa distinta, cuya razón social Cetro Empresarial S.A. de C.V. situación que denota la presunta subcontratación del personal”, señala una investigación del Órgano Interno de Control (OIC).
Los documentos de Cetro Empresarial S.A. de C.V. fueron usados tanto para Casa Plarre S.A. de C.V. y Pharmacop S.A. de C.V.
Tampoco se encontró el registro en el Padrón de Proveedores de la Administración pública de la Ciudad de México un documento indispensable para estar en posibilidad de participar en procedimientos de adjudicación de contratos.
Además no se sustentan las licencias sanitarias correspondientes a los botiquines del Metro Taxqueña, Cuauhtémoc, Ticomán y Zaragoza, así como el Sanatorio Durango.
Y Pharmacop S.A. de C.V. tampoco cumplió con la entrega de medicamentos, como sucedió con Casa Plarre S.A. de C.V.
“De la revisión efectuada a la facturación correspondiente al mes de febrero de 2019, se identificó como parte del integrante de la facturación revisada se encuentran medicamentos no localizados en el Anexo 1 Relación de Precios Unitarios del contrato cuyo monto asciende a 17.9 millones de pesos”, se detectó.
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El gobierno de la 4T en la Ciudad de México recibió una herencia podrida, ya que el gobierno anterior también contrató empresas sin capacidad para prestar servicios de salud a los trabajadores del Metro a través de Cetro Empresarial S.A. de C.V.
El Metro suscribió el contrato STC-CNCS-023-2018 con Isos Pharmacorp S.A. de C.V., en participación conjunta con GNK Logística S.A. de C.V. y Hemost S.A. de C.V. por 504.4 millones de pesos para el servicio integral de ortopedia y suministro de medicamentos, sin embargo, estas empresas no cuentan con licencia sanitaria.
En 17 establecimientos, 12 farmacias y 5 botiquines de policlínicas del Metro, no se comprobaron las licencias sanitarias emitidas por la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris); además 18 licencias relacionadas con el contrato en su anexo 2 “relación de licencias vigentes expedida a cada farmacia”, ostenta ser de la empresa Tiendas Chedraui S.A. de C.V. Es decir, que no eran profesionales de la salud quienes cuidaron a los trabajadores del Metro.
De la revisión de los comprobantes de las obligaciones patronales realizadas ante el IMSS, los documentos presentados por la empresa Isos Pharmacorp S.A. de C.V. pertenecen a Cetro Empresarial S.A. de C.V.
“Se presume que el proveedor no cuenta con la capacidad para cubrir el objeto del contrato específicamente el servicio integral de ortopedia, toda vez que en el convenio de colaboración conjunta celebrado, se identificó que las obligaciones de los participantes Hemost S.A. de C.V. consiste ‘en proporcionar toda la logística fija o itinerante para realizar cirugías primarias a fin de cubrir las prótesis totales de cadera y rodilla’, es decir, únicamente suministros equipos y materiales, sin implementar otros aspectos como la mano de obra para la intervención quirúrgica”, señala la investigación.
Con información de Eme Equis
MSA
