Mando Único, el pleito es político

Tras su llegada al gobierno de Cuernavaca, el futbolista venido a alcalde, Cuauhtémoc Blanco, advirtió que no permitiría la implementación del llamado Mando Único.

Sin explicar los motivos de la negativa –y sin ofrecer una opción–, Blanco cerró la puerta a una estrategia que –según el Doctor Javier Oliva, experto en temas de seguridad–, logró reducir marginalmente la incidencia delictiva en Morelos.

En entrevista para La Otra Opinión, Oliva recordó que a finales de 2015, el Consejo Nacional de Seguridad reveló que los gobiernos estatales arrastraban un grave subejercicio en cuanto a la aplicación de los recursos que corresponden a las policías locales.

Es decir, que existen evidencias sólidas del buen funcionamiento del Mando Único. Aun así, Blanco insiste en oponerse a la estrategia y en convertir la causa en un asunto político.

Si existen dudas de lo anterior, basta echar una mirada a las declaraciones del alcalde de Cuernavaca y del gobernador de Morelos –Graco Ramírez–; ambos encabezan un pleito de niños que dista del nivel de política –y de políticos– que requiere una entidad como Morelos y un municipio con la incidencia delictiva de Cuernavaca.

Acaso lo más grave es que el alcalde Blanco se planta en la negativa y no presenta opciones. Es decir, que se niega al Mando Único, se niega a cooperar con el gobierno estatal pero no dice cómo hará para reducir la violencia en Cuernavaca, ¿cuál es la seriedad de un gobierno así?

Por lo pronto, Cuauhtémoc Blanco dejó ver que el error que cometieron los que los habitantes de Cuernavaca al votar por él.

Hasta ahora, lo único que parece seguro es que Blanco llegó al poder sin un proyecto de gobierno, que su distanciamiento con el gobierno de la capital podría marcar el resto de su administración y que los únicos afectados por estas pugnas sin sentido serán, como siempre, los ciudadanos.