Entre 2013 y 2016, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó compras por 240.5 millones de pesos (unos 14.8 millones de dólares) a una empresa fantasma que actuaba en confabulación con otras compañías para encarecer los bienes que ofertaba a la dependencia militar.
De acuerdo con el diario El País, las compras fueron realizadas a DRM Aceros Internacional por supuestos insumos para la producción de armamento, municiones, explosivos y equipos militares, sin embargo, la autoridad tributaria determinó en octubre de 2018 que se trataba de una empresa fantasma, ya que simulaba operaciones porque no contaba con empleados ni infraestructura para comercializar los bienes.
Según la información, fue la Dirección General de Industria Militar la instancia de la Sedena que otorgó los contratos, los cuales la mayoría fueron por adjudicación directa e invitación a cuando menos tres personas, es decir, sin una convocatoria abierta de contratación (licitación publica).
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Asimismo, la Defensa Nacional, se ubica como la única dependencia federal que firmó contratos con esta compañía desde que se constituyó, ya que no existen registros de compras hechas por otras dependencias federales de Gobierno.
Cabe señalar que el Ejército mexicano es una de las instituciones con más poder en México, y el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sostenido que es una de las instituciones menos corruptas, pese a que la auditoría Superior de la Federación ha documentado las irregularidades de los militares en las obras públicas que han estado bajo su ejecución.
Con información de El País
