CNIH, una simulación en tema de desaparición de personas, enfrenta desmantelamiento

Desmantelamiento del CNIH abona a incertidumbre en búsqueda de personas desaparecidas en México

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Especial

El Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), significó una pequeña esperanza para miles de familias con desaparecidos. Pero ha enfrentado el desmantelamiento bajo la administración de Luisa María Alcalde desde junio de 2023.

En lugar de resolver la crisis forense con más de 52 mil cuerpos anónimos, el CNIH enfrenta escasez de recursos, poco personal y contratos cancelados.

¿De qué tamaño es el problema que La Jornada tuvo que publicarlo?

Desde la llegada de Teresa Guadalupe Reyes Sahagún y José Muñoz Gómez, la sede en Xochitepec quedó vacía.

La plantilla de trabajadores, que era de 59 personas, se redujo en un 70%, y las personas quienes se mantuvieron fueron trasladados a oficinas en la Ciudad de México.

Los lineamientos de operación, que debían publicarse en noviembre de 2022, siguen sin materializarse. Y aunque se asignaron 2 mil millones de pesos para la Comisión Nacional de Búsqueda en 2024, es un enigma cuánto de eso iría al CNIH.

Los éxitos pasados, como la convocatoria que atrajo a 3 mil 700 personas para donar muestras genéticas, hoy parecen lejanos. Y pese los esfuerzos y las donaciones internacionales, el centro ahora parece más un recuerdo que una entidad en funcionamiento.

Con una rotación de cuatro directores en año y medio y una infraestructura en Xochitepec que deja mucho que desear, el CNIH es un reflejo de la visión de AMLO sobre el problema de los desaparecidos. ¿Qué será del CNIH y de las miles de familias que aún esperan respuestas?

CNIH, una simulación en tema de desaparición de personas

El CNIH, creado en mayo de 2022, estaba destinado a diseñar, ejecutar y dar seguimiento a acciones de búsqueda forense con fines de identificación humana, y pesar de su reconocimiento inicial por la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el centro ha experimentado múltiples cambios en la dirección y ha enfrentado desafíos operativos desde su inicio.

Por lo que el desmantelamiento del CNIH representa un revés significativo en los esfuerzos para abordar la crisis de personas desaparecidas en México, dejando en la incertidumbre a las familias que buscan a sus seres queridos y cuestionando el compromiso del gobierno con la identificación y justicia en casos de desapariciones.

Con esto queda claro la clase de Gobierno que tenemos. En lugar de resolver la crisis forense con más de 52 mil cuerpos anónimos, el CNIH enfrenta escasez de recursos, poco personal y contratos cancelados.