Agustín Basave, el milagro que no dejaron ser

Agustín Basave llegó a la dirigencia nacional del PRD en medio de un proceso desaseado.

Los amarillos modificaron las reglas para que quedaran a la medida del señor Basave.

Y es que, según dijeron, el académico era “el milagro” que necesitaba el PRD.

Sin embargo, el desempeño de Basave se quedó muy lejos de la expectativa.

Aparentemente, de poco o nada sirvió la formación priista de Agustín Basave; quien se formó en las filas del salinismo y logró un espacio privilegiado en el grupo compacto de Luis Donaldo Colosio.

Desde un principio, Basave quedó atrapado en los pleitos intestinos de su partido. De hecho, dicen los enterados, que el también académico nunca asumió el cargo… pues nunca lo dejaron.

El proceso de selección de los candidatos y de negociación de las alianzas que competirán el domingo cinco de junio fue tortuoso.

En más de un estado –como Zacatecas, Puebla y Oaxaca–, los perredistas resultaron ser los peores enemigos del PRD. De hecho, los fracasos electorales en Zacatecas, Oaxaca y Tlaxcala se deben, en buena medida, a la falta de acuerdos entre la dirigencia nacional y las células locales del Sol Azteca.

Acaso por eso, no son pocos los rumores de que una vez concluida la elección, Basave dejaría la dirigencia del PRD.