Durante años, el panismo cuestionó las prácticas clientelares, el uso de recursos públicos con fines políticos y la sobreexposición de los gobernantes priistas. Sin embargo, hoy el PAN comete las mismas faltas, los mismos abusos y los mismos errores que el tricolor. El mejor ejemplo lo vemos en Puebla.
Para el ojo enterado, el próximo 5 de junio —en la elección del gobernador poblano—, también estará en juego la candidatura presidencial del mandatario en funciones, el panista Rafael Moreno Valle.
Prueba de lo anterior aparece en los tinacos azules que regala el gobierno de Moreno Valle —con su emblema y eslogan—, a cambio de copias de la credencial de elector y de la CURP. Según la información oficial, se habrían destinado 42.3 millones de pesos a este programa.
Al respecto, el priista Jorge Carlos Ramírez Marín —representante del PRI ante el INE—, adelantó que preparan una denuncia contra el partido azul pues, además de los tinacos, las administraciones panistas repartirían cobijas, mochilas y kits escolares. Es decir, que el panismo de Moreno Valle operaría igual que el Partido Verde. Eso sí, nadie ha pedido que el PAN pierda el registro.
¿Alguien encuentra alguna diferencia entre este programa y los que antes empujaron –y todavía empujan–, los gobiernos del PRI.
La segunda prueba del tamaño de la elección poblana se encuentra en los estados financieros.
A pesar de que en Puebla sólo se votará por el próximo gobernador y de que el nuevo gobernador estará en el cargo sólo dos años, el proceso electoral costará 114 por ciento más que el de 2010, cuando Moreno Valle fue electo.
Entre las prerrogativas para los 12 partidos en contienda, los candidatos independientes y los gastos operativos del Instituto Nacional Electoral y del Instituto Electoral Estatal de Puebla, los comicios costarán 607 millones de pesos.
En 2010, las elecciones costaron 324 millones y en 2004 —cuando el ganador fue el priista Mario Marín—, el desembolso fue de 259 millones. En ambas ocasiones, los poblanos también votaron por 41 diputados y 217 ayuntamientos.
Dicen los responsables de la elección que el sobrecosto se debería a la devaluación del peso contra el dólar y a la operación simultánea del INE y el IEE.
Además, el árbitro electoral advirtió que el costo podría elevarse a causa de los gastos de último minuto.
