¡PELEAN POR EL VOTO DEL PAN!

El manjar es apetitoso. Y la mesa está puesta, lista para el festín. 

Por eso, los hambrientos invitados saborean las viandas. Nos referimos a los presidenciales, José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador. 

Pero no se equivoquen. La fiesta de referencia es el proceso electoral de 2018, en donde tirios y troyanos pelean por el manjar de votos que colocó en charola de plata el PAN y que, ante la caída de los azules, disputan Morena y el PRI. 

Y si dudan de la caída del PAN, basta ver el grosero bulo montado por Anaya a través del fracasado gobernador de Chihuahua. Incluso parece que la alianza PAN-PRD-MC está dispuesta a cambiar de candidato. Y es que, en los hechos, Javier Corral hace la campaña del PAN, PRD y MC, en lugar de Ricardo Anaya. 

¿Y por qué es un bulo el montaje de Corral? 

Porque a pesar de las mentiras sembradas “por intelectuales orgánicos” que apoyan a Corral, lo cierto es que el supuesto desfalco del que acusa el gobernador de Chihuahua debe ser investigado, aclarado y/o desmentido por autoridades federales, no por un gobierno estatal. ¿Por qué? 

“¡Poca cosa!” Porque el dinero es federal y porque se habría movido con fines electorales. Es decir, se trataría de un delito de competencia de la Fepade y no del gobernador de Chihuahua. Pero de eso nada hablan “los intelectuales orgánicos” y de eso nada se dice cuando Corral copia el circo de los éxodos de AMLO. ¡De vergüenza y rosa loca!  

Pero ante el desmoronamiento de la candidatura de Anaya, los punteros están listos para disputar el manjar de votos que dejará sueltos el PAN, sobre todo luego de la salida de Margarita Zavala y del senador Javier Lozano. 

Por eso, el dueño de Morena, López Obrador, y el abanderado del PRI, José Antonio Meade, abiertamente están a la caza de votos azules.  Saben que los votantes del PAN se fragmentarán en tres tercios. 

¿Cuales tercios..? 

El primer se localiza en los votos que mantendrá Ricardo Anaya quien, sin duda, “jalará” la lealtad de aquellos panistas a los que prometió “hueso”, a cambio de que lo hicieran candidato presidencial. 

El segundo tercio se encuentra en los votos que se llevará Margarita Zavala, acaso la candidata independiente con mayor presencia y autoridad política y moral dentro del PAN. Y es que la señora Zavala renunció a su partido, precisamente en medio de señalamientos por las traiciones y los engaños de Ricardo Anaya. 

Y la tercera fragmentación del PAN es de aquellos que seguirán al candidato presidencial del PRI, sin partido –José Antonio Meade–, que de priísta tiene lo que Anaya de panista. Y es que para nadie es nuevo que el golpe más contundente al PRI a la alianza PAN, PRD y MC, es la pertenencia de José Antonio Meade a los más influyentes círculos políticos del partido azul.   

Queda claro, el PAN fragmentará en tres tercios sus votantes. 

Sin embargo, lo que nadie sabe es a cuál de esos tercios le arrancará votos el candidato López Obrador, quien no sólo llamó a los azules a sumarse a su causa, sino que en cada entidad que visita les lanza anzuelos. 

Por eso, tras la renuncia de Javier Lozano al PAN, Obrador hizo un llamado a militantes y dirigentes azules a renunciar a su partido para respaldarlo en los comicios de julio. 

A su vez, José Antonio Meade hizo lo propio luego de sumar a su causa al senador Javier Lozano. Dijo que otros panistas se sumarán a la alianza PRI, Panal, PVEM. 

Pero los problemas de Ricardo Anaya no termina ahí. 

Resulta que el candidato de la alianza PAN, PRD y MC pelea con todos y mantiene un frente de conflicto en todos los flancos. Por ejemplo, buena parte de los grandes medios de comunicación no le creen ni la hora. La ruptura con el gobierno y con dos tercios del PAN es clara. Además, Javier Corral se quejó de que la relación con el gobierno federal está congelada. 

Pero es solo una de los problemas de Anaya. El principal conflicto se localiza al interior del partido azul. Y es que algunos de los más severos adversarios de Anaya aún están en la casa azul. No referimos a Felipe Calderón, Ernesto Cordero, Roberto Gil, Jorge Luis Lavalle y Rafael Moreno Valle. 

Y es que, pesar de que Margarita Zavala renunció al PAN, su esposo, Felipe Calderón, se mantiene en el partido. Desde ahí critica cada paso de Anaya y aprovecha para acusarlo de fracturar al PAN. Además usa las redes sociales para atacarlo y promover la candidatura independiente de Zavala. 

Anaya está muerto, pero Anaya es el único que no se ha dado cuenta. 

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