¡PÁNICO DE ANAYA Y AMLO…!

Dicen los conocedores de la cosa electoral que el pánico es el peor consejero en una elección. ¿Por qué? Porque el pánico es hermano gemelo de la derrota.

Pero si al pánico se le agrega el ingrediente de la victimización deliberada, entonces asistimos a la crónica de una derrota anunciada.

Y viene a cuento por la grotesca y grosera victimización que nos regaló el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, en un espectáculo digno del payaso de circo que intenta “jalar la atención” para ocultar la caída del espectáculo central.

Es decir, el pánico se apoderó de Ricardo Anaya y de sus feligreses, quienes arroparon al gobernador Javier Corral para denunciar un presunto “compló” contra el fallido gobierno de Chihuahua, que en meses resultó peor que el del pillo Cesar Duarte.

Pero si el pánico de Anaya se exhibió mediante el “cuello de ganso”

que se llama Javier Corral, en Morena el pánico es todo un espectáculo.

¿Por qué?

Porque “los morenos” llegaron a extremos porriles para mostrarse como víctimas “del horrible Gobierno capitalino” y de imaginarios  enemigos de Morena.

Y es que mediante un montaje a sueldo, el partido de AMLO saboteo los actos de su candidata en la capital del país, Claudia Sheinbaum, a quien pretendió convertir en víctima del proceso electoral.

Lo simpático es que las huellas del “auto sabotaje” aparecieron por todas partes y apuntan a golpeadores contratados por Martí Batres.

Pero el nerviosismo no acabo allí. Resulta que una mano amiga de Morena llegó al extremo deleznable de truquear –falsificar–, fragmentos de un discurso del precandidato José Antonio Meade.

Curiosamente el truco fue exhibido hasta por el propio Obrador, quien no sólo lo dio por cierto sino que se burló de la farsa en una conferencia de prensa.

Pero, como ya se dijo, la mayor desesperación vino de Chihuahua, en donde vimos un verdadero circo. ¿Lo dudan?

1.- En medio del peor desprestigio y la mayor ingobernabilidad que vive  Chihuahua –31 muertos en sólo siete horas, el pasado fin de semana–, Javier Corral acudió a los viejos métodos “porriles” y “ceceacheros” al denunciar un supuesto “complo” disque lanzado por el gobierno federal para impedir que el gobernador del PAN y PRD lleve a prisión al pillo Cesar Duarte.

2.- Lo simpático es que Javier Corral no sólo es responsable del fracaso del PAN y PRD en Chihuahua, sino que se hizo acompañar de los aplaudidores de Ricardo Anaya, de “los intelectuales orgánicos”, asesores y corifeos del candidato de la coalición “Por México al Frente”. Bueno, hasta lo acompañó el defenestrado fiscal de la Fepade, Santiago Nieto, a quien repentinamente le apareció el amor ferviente por el PRD y PAN.

3.- ¿Cuál fue el mensaje real de Javier Corral y su claque? Está claro que en tanto “cuello de ganso” de Ricardo Anaya, el señor Corral intenta sembrar la especie perniciosa y mentirosa de que su gobierno –y por tanto la alianza PAN-PRD–, es víctima de una perversa persecución de todos los demonios del estado mexicano, representados por Peña Nieto.

4.- Está claro que asistimos a un grosero montaje que busca la victimización de Corral y, con ello, endilgar al gobierno federal supuestas presiones político electorales contra la alianza PAN, PRD y MC.

5.- Lo que no entienden, ni Javier Corral, ni Santiago Creel, ni Jorge Castañeda, ni la claque que invento a Anaya como candidato presidencial, es que los electores de todo el país no son idiotas y que los ciudadanos de Chihuahua entienden bien el juego sucio de Corral.

6.- Chihuahua es un Estado fallido, atrapado por la ingobernabilidad de un irresponsable que al viejo estilo de López Obrador pretende culpar al gobierno federal de su fracaso y de su incapacidad para el ejercicio del gobierno.

Pero lo verdaderamente grave es que Chihuahua es el mejor ejemplo de que la alianza PAN-PRD es un matrimonio político electoral fracasado y que ese fracaso es evidente en todos los estados que mal gobiernan azules y amarillos. Y ese fracaso tiene muerto de miedo a Ricardo Anaya, la verdadera mano que mece la cuna del affaire Corral.

Pero acaso la mayor revelación del circo montado por Corral es la subordinación del fiscal de Chihuahua a los deseos e instrucciones del gobernador.

Ignorante del derecho –a pesar de que se dice abogado–, Corral reveló de viva voz que el Fiscal de Chihuahua le informó del amparo de Manlio Fabio Beltrones contra la justicia estatal.

¿Qué no todos los corifeos de Anaya y arropadores de Corral cuestionaron al dizque “fiscal carnal” de Peña Nieto?

¿Quién utiliza el poder con fines político electorales, Peña o Ricardo Anaya a través de Corral?

¡El cochinero apenas empieza!

Por lo pronto, existen todos los elementos para un juicio político contra Corral.

Al tiempo.