Okupa Ché Guevara, ¡vándalos institucionales!

Hace días, la rectoría de la UNAM emitió un comunicado institucional solicitando –con toda amabilidad– que los ocupantes del Auditorio Che Guevara –antes conocido como Justo Sierra– desalojen el recinto.

En respuesta, los “okupas” enviaron al rector –Enrique Graue–, una contestación igualmente atenta e institucional. Y es que, según parece, en la UNAM operan vándalos institucionales.

Según estos “okupas”, no desalojarán “el Che” porque se trata de un espacio autónomo y de trabajo autogestivo que marca una separación de la Ciudad Universitaria.

Es decir, que bajo su limitado entendimiento, el auditorio universitario ya no es de la UNAM sino de los vividores que lo secuestraron desde 1999. En consecuencia, estos vándalos institucionales agradecen el gesto de la Rectoría pero, cordialmente, declinan la invitación.

Pero la cosa no quedó aquí. Estos civilizados okupas emitieron otro comunicado en donde afirman que el narcomenudista Jorge Emilio Esquivel Muñoz, el “Yorsh”, es inocente; y que a pesar de no pertenecer a la universidad –donde pasaba los días y las noches– merece credibilidad. Para estos civilizados vándalos, el vendedor de droga es una víctima del sistema que –como el resto de los “okupas”– que ejercen su derecho al “ocio”; pues ninguno de ellos trabaja, ninguno estudia, y entre todos se adueñaron de un espacio universitario.

No obstante, lo que estos malandros institucionales no explican es que entre los habitantes del Ché Guevara –muchs de ellos matriculados en la Universidad–, existen otros 19 individuos investigados por narcomenudeo que, además, ya cuentan con antecedentes penales.

No hay duda, a la Rectoría –y a toda la UNAM–, le urgen iniciativas como la de las facultades de Derecho y Filosofía y Letras, que coordinan la “Limpieza de vandalismo en Ciudad Universitaria”, la misma que, entre otros objetivos, busca reparar las instalaciones afectadas y, gradualmente, resarcir el daño de los institucionales okupas del Che.