Maduro es espejo y se refleja, tiene cara de… dictador

Al parecer, todos los argumentos políticos, retóricos y discursivos del dictador venezolano, Nicolás Maduro, pueden resumirse en una sola frase: “Soy espejo y me reflejo”.

Y es que ante los cuestionamientos sobre su gobierno, el discípulo más avanzado del “chavismo” proyecta cada una de sus fechorías, ineptitudes y falencias sobre la oposición. Como si de un niño inmaduro se tratara, achaca a sus detractores sus propios pecados.

Para muestra, tres frases vertidas por Maduro —durante su reciente visita a Turquía— al ser cuestionado por el proceso del referéndum revocatorio en su contra:

1.- Maduro afirmó culpó a la oposición de retrasar el referéndum por llevar a cabo el proceso “a destiempo” y “lleno de irregularidades”, como la falsificación de firmas. Sin embargo, fue él mismo quien la semana pasada afirmó que la celebración del plebiscito y la elección de gobernadores —planeadas para finales de este año— “no son prioridad” para Venezuela.

Además, es el Consejo Nacional Electoral (CNE) —controlado por el propio Maduro— el que pone las trabas para el referéndum, pues —como condición para la celebración del plebiscito—  exige a los convocantes que junten las firmas de 20 por ciento del padrón electoral, no sólo del país, sino de cada distrito. Para ello, sólo otorgan un plazo de tres días.

De hecho, la oposición acusa a Maduro de querer retrasar el proceso para que el referéndum no se celebre este año, sino hasta el próximo, cuando —en caso de perder— podría dejar el poder en manos de su vicepresidente en lugar de que se convoque a nuevas elecciones.

2.- Maduro también aseguró que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) —partido de oposición— “fracasó totalmente” y “no tiene proyecto” para conducir al país. No obstante, pareciera que el que no tiene proyecto es el gobierno “revolucionario” de Maduro; o si lo tiene, resultó en un fracaso. Así lo indica la situación económica de Venezuela.

El propio Maduro usó la crisis económica para aducir que las elecciones —y algunos dirían que también la democracia— no son prioridad. Y como los legisladores de oposición quieren vetar su presupuesto, Maduro planea recurrir a medidas dictatoriales para decretar Estado de Excepción Económica y anular las facultades del Congreso en esta materia.

3.- Según Maduro, la oposición “no tiene ninguna credibilidad ni dentro de, ni fuera” de su país. Al parecer, al dictador se le olvida que la crisis económica ha vapuleado su popularidad entre los venezolanos: según las encuestas, si el revocatorio se celebrara, Maduro caería. Y en el exterior, hace poco menos de dos meses, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó que “en Venezuela no hay democracia ni Estado de derecho”.

Entonces, algunos se preguntan: ¿Quién es el que está obstaculizando el referéndum? ¿Quién fracasó como gobernante y no tiene proyecto? ¿Quién carece de credibilidad?