Los errores del Doctor Monreal

Cualquier estudiante de leyes sabe que lo más importante en una escena criminal es proteger las evidencias.

Cualquier abogado, por malo que sea, está al tanto de que una evidencia pierde todo valor cuando la mueven de lugar, cuando la tocan extraños o cuando sufre alguna alteración.

Y cualquier perito o detective hace de todo con tal de mantener intacto hasta el menor indicio que permita avanzar en la investigación y resolver el caso.

Por todo lo anterior, llama la atención que el Doctor en Derecho Ricardo Monreal cometiera errores básicos, precisamente, del derecho y de la procuración de justicia.

Seguramente está enterado de las supuestas amenazas en contra de la vida del delegado Monreal. Seguramente está enterado del envoltorio con millón y medio de pesos que habría llegado al despacho del delegado. Y seguramente notó que los primeros en atender las denuncias de Monreal fueron los medios de comunicación.

Es decir, que contra toda lógica, Ricardo Monreal prefirió llamar a los medios y no acudir a un ministerio público a levantar el acta o a la Procuraduría de Justicia Capitalina para iniciar una investigación.

El hecho se antoja irregular porque la presencia de cámaras y reporteros seguramente alteró la escena del crimen. Porque la llegada de personas ajenas al hecho seguramente contaminó las investigaciones de los especialistas. Y porque el simple hecho de retirar los mensajes y exhibir el envoltorio del millón y medio, acabó con toda la validez que pudieran tener estos objetos como evidencias en un caso que, en estas circunstancias, difícilmente se podrá resolver.

Por eso cuestionamos, ¿será que Ricardo Monreal no está preocupado de que el circo mediático alterare las evidencias y la escena del crimen? ¿o será que al delegado no le apura resolver el caso?