Las payasadas de Javier Corral

Corral utiliza su puesto para inventar una supuesta crisis con el Gobierno Federal que, a su vez, sería una supuesta crisis con el Gobierno Federal que, a su vez, sería utilizada como ariete del candidato Ricardo Anaya.

Javier Corral, el gobernador de Chihuahua, parece no haber entendido su papel de mandatario estatal.

¿Por qué?

Porque en medio de la más grande crisis de violencia e ingobernabilidad que vive el mayor de los estados del país, el gobernador viaja a la Ciudad de México, acusa al Gobierno Federal de una inexistente persecución presupuestal y le pinta “caracolitos” a sus gobernados, los que poco le importan.

En realidad, en el caso de la affaire Chihuahua-Corral, asistimos a un viejo recurso de características porriles y ceceacheras que en los tiempos actuales sirven de poco o, de plano no sirven para nada.

Y es que a pesar de los gritos y los sombrerazos del gobernador Corral, muy pocos creyeron no solo a la espectacularidad del lance sino la seriedad de las acusaciones.

En lugar de estar preocupado por el incremento de la violencia y la inseguridad, en lugar de ofrecer respuestas a los habitantes de Chihuahua, de proponer políticas públicas eficientes a su congreso local y de respetar la autonomía del Poder Judicial Estatal, Javier Corral se convirtió en palero de los intereses del candidato presidencial de la alianza PAN-PRD-MC.

Y por si fuera poco, luego de denunciar una persecución presupuestal -que nunca existió-, el gobernador de Chihuahua resultó apaleado no solo por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público -que con documentos desmintió las mentiras de Corral- sino que hasta el presidente Peña Nieto denunció intereses político electorales en la gritería del gobernador.

¿Qué hay detrás de las “payasadas” de Javier Corral?

El mandatario de Chihuahua intenta una victimización casi imposible sobre todo por los elevados niveles de violencia e ingobernabilidad que vive Chihuahua.

Javier Corral utiliza su puesto como mandatario estatal para inventar una supuesta crisis con el Gobierno Federal que, a su vez, sería utilizada como ariete del candidato Ricardo Anaya contra el aspirante presidencial del PRI.

Sin embargo, el montaje resultó grosero y burdo, al grado de que ni en redes sociales fue tomado en cuenta.

Está claro que existe desesperación en el equipo de campaña del candidato presidencial Ricardo Anaya. Está claro que por esa razón intentan construir molinos de viento. Y está claro que volvieron a fallar.

¿Hasta cuándo?

Al tiempo.

@RicardoAlemanMx | @OpinionLSR | @lasillarota