Caso Silvia Vargas… ¿de nada sirvió?

Hace nueve años, Isidro Solís Medina –responsable del secuestro y asesinato de Silvia Vargas, hija de Nelson Vargas–, fue sentenciado a 34 años de cárcel por un crimen que él mismo confesó.

No obstante, Isidro Solís Medina hoy se encuentra libre.

De poco sirvieron las pruebas que lograron su consignación en el pasado.

De poco sirvieron las pruebas que no sólo lo involucraron en el secuestro de Silvia Vargas, sino de otras personas.

De poco sirvió que una de sus víctimas lo identificara como uno de sus captores.

De poco sirvió que un Tribunal Unitario confirmara la pena dictada a Solís Medina.

De poco sirvió que la comisión de los delitos de delincuencia organizada y secuestro acreditara la responsabilidad del ahora exconvicto en los raptos de más de una víctima.

De poco sirvieron las denuncias que señalaban a Solís Medina como miembro de la banda encabezada por Raúl Ortiz González, “El Azul”.

De poco sirvió la lucha por la justicia que –en 2007–, emprendió el empresario Nelson Vargas, quien exigía un castigo a los responsables de la muerte de su hija.

De poco sirvió el esfuerzo volcado por la organización Alto al Secuestro –que lidera Isabel Miranda de Wallace– para encontrar a los culpables y entregarlos a la autoridad.

De poco sirvió todo eso. El magistrado José Merced Pérez Rodríguez consideró que Isidro Solís Medina era inocente pues durante su proceso se cometieron faltas al debido proceso.

Es decir, que en el caso de Silvia Vargas, tanto ella como su familia fueron secuestrados y asesinados dos veces; la primera a manos del crimen organizado y la segunda por un podrido sistema de impartición de justicia.