En Milpa Alta, el PRI igual que el PRD

Dice el dicho que “se ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.

Lo anterior viene a cuento porque apenas llegado al cargo el jefe delegacional de Milpa Alta, Jorge Alvarado, demostró que no es muy distinto de los perredistas que criticaba.

La polémica comenzó en redes sociales, cuando la página de Facebook “Milpa Alta Transparente” denunció que Alvarado, de extracción priísta, llegó a su puesto con todo y parentela.

Y es que el priísta dispuso de los cargos de la delegación como si fueran patrimonio familiar. A la sobrina –Carmen Salazar Alvarado– la nombró Directora General de Desarrollo Social, sin que se le conozca mérito alguno para tomar la posición; y el mismo caso es el del cuñado –Efrén Enríquez Soriano– al que se le entregó la Dirección de Desarrollo Rural.

Y por si esto fuera poco, ya en la “plenitud del pinche poder”, como diría el clásico, Enríquez Soriano no dudo en colocar a su sobrino —Zimri Barona Almazán– como coordinador de Comunicación Social y a su sobrina –Karla Marlen Mancera Enríquez– en un puesto administrativo.

¡Qué tal estos grandes señores! El nepotismo en todo su esplendor.

Cabe recordar que el PRI y el PAN basaron gran parte de su campaña electoral en críticas hacia las prácticas rancias del PRD –nepotismo incluido–. Y ahora, en menos de un mes, este priísta –uno de los pocos que ganaron en el DF– ha demostrado que el discurso de cambio no era más que palabras al viento.