El depa de Angélica; o todos coludos o todos rabones

Luego de que el periódico británico The Guardian dio a conocer una información en la que supuestamente la primera dama, Angélica Rivera, tiene un departamento en Miami—de supuestos empresarios que buscan ser contratistas del Gobierno—, los panistas ya aprovecharon la situación para exigir que se investigue el caso.

Diputados y senadores del PAN exigieron a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y a la Secretaría de la Función Pública (SFP), que investiguen si hay contratos entre el Gobierno federal y el Grupo Empresarial Pierdant.

Aunque el vocero de Presidencia, Eduardo Sánchez, salió a decir que la publicación de The Guardian falta a la verdad, el presidente del Senado, Roberto Gil, declaró que debe haber una explicación más profunda sobre el tema.

Los de Acción Nacional además cuestionaron si el titular del Ejecutivo está frente a otro caso de conflicto de interés “como el que tuvo y tiene todavía con Grupo Higa” y si aún existen licitaciones donde Grupo Pierdant esté participando.

Pero así como los panistas han volteado a ver este caso, no han volteado a ver las entidades gobernadas por su partido, por ejemplo el exgobernador de Sonora, quien es acusado de enriquecimiento ilícito.  

Así como los del partido albiazul señalan, sería correcto que aplicaran la de “O todos coludos, o todos rabones”, porque al parecer ya no se acuerdan de los moches que piden sus líderes, o sus polémicas fiestas; o sus senadores—como Ernesto Cordero— que viajan a ver partidos de futbol mientras “trabajan”; o las fiestas que arman los propios senadores—como Jorge Luis Preciado— en el mismo Senado.

¿Será que ellos no tienen propiedades en el extranjero? ¿Será que los de acción nacional también van a señalar a los de otros partidos? ¿En verdad los panistas no tienen nada que esconder?