Dilma Roussef, la esperanza nunca muere

Dicen que la esperanza muere al último.

Eso lo tiene presente la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien en su afán de salir bien librada del proceso de desafuero en su contra –por participar en actos de corrupción en Petrobras–, ha intentado de todo para salvar el pellejo.

Este viernes, la Cámara de Diputados de Brasil inició una sesión definitiva –que concluye el domingo–, para expulsar del Gobierno a la presidenta brasileña. El Senado brasileño tendrá la última palabra en el caso.

Tanto Dilma y su equipo de defensa han hecho todo lo posible para no ser echados. Por ejemplo:

  • Alegaron faltas de garantías para la defensa.
  • Dilma convirtió a cuatro ministros en diputados para tratar de burlar el juicio político.
  • El gobierno brasileño presentó un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Brasil, mismo que fue rechazado.
  • Dilma prometió que su gobierno se acercará a sus enemigos para retomar el camino.
  • Dilma acusó al vicepresidente brasileño, Michel Tremer, de “ser uno de los jefes de la conspiración” para echarla.
  • Rousseff se ha mostrado desafiante y conciliatoria.
  • En redes sociales se inició la campaña #ElMundoConDilma.
  • Se enviaron barricadas de apoyo frente al Congreso.
  • A ritmo de samba, el famoso Carnaval de Brasil se movilizó en Río de Janeiro para apoyar a Rousseff.
  • Intelectuales y artistas firmaron un manifiesto que arropa a la mandataria.
  • Dilma se dijo dispuesta a luchar “hasta el último momento”.
  • Acusado también de corrupción, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha salido a las calles a defender a su amiga; en calidad de negociador.
  • El Partido Laborista Brasileño –quien se pronunció en contra del juicio político– se sumó a los que votarán contra Dilma Rousseff.
  • El Partido Progresista y el Partido del Movimiento Democrático de Brasil –principal aliado de Dilma–, también la dejaron sola.
  • Incluso se dice que en Brasil, los políticos opositores ya comenzaron a brindar por la caída de la mandataria brasileña.

¿Qué le espera a Dilma Rousseff?