Desalojo en Chiapas trata de alargar el conflicto

Este miércoles, supuestos grupos indígenas desalojaron un plantón de la CNTE.

Según la información oficial, pasado el medio día, civiles armados incendiaron uno de los plantones de la Coordinadora.

Horas después –siempre la información oficial– habrían llegado patrullas de la policía municipal y estatal para contener la agresión.

En este momento, circulan versiones de que habrían habido infiltrados y civiles armados con armas de fuego.

¿Qué fue lo que realmente ocurrió?

En palabras de Amado Avendaño –periodista chiapaneco–, asistimos a una provocación contra el magisterio disidente.

En entrevista para La Otra Opinión, Avendaño explicó que el plantón en cuestión es el último que mantenía la CNTE en Chiapas. Además, todo hacía suponer que lo retirarían en el transcurso de este jueves.

No obstante, en las vísperas de que el plantón dejara de existir, un grupo de choque –liderado por Narciso Ruiz– desató el caos y dio a los maestros un nuevo pretexto para bloquear y para plantarse.

Y es que, luego del desalojo, los maestros agredidos se manifestaron en el centro de San Cristóbal de las Casas y sumaron el rechazo a la reforma educativa y el rechazo al desalojo, al sentimiento de inconformidad ante la gestión del alcalde, Marcos Cancino.

En palabras de Avendaño, el munícipe –militante del Partido Verde–, ha cometido varios errores y se ha dedicado a cosechar el repudio colectivo.

Acaso por eso, los maestros desalojados encontraron terreno fértil para fortalecer su protesta y para seguir en las calles.

Por eso, más de uno pregunta, ¿el supuesto desalojo realmente buscaba echar a los maestros? ¿no será que se trató de un pretexto para oxigenar la protesta y para que la CNTE siga en las calles?