¿Conoce el PRD los riesgos de perder a Agustín Basave?

Como sabe, el 5 de junio se llevaron a cabo elecciones para gobernador en 12 estados. Y como seguramente recuerda, el PRD ganó tres entidades en alianza con el PAN.

A pesar de que en siete estados los partidos de oposición no lograron coaliciones, los dirigentes nacionales de ambos partidos –Agustín Basave y Ricardo Anaya–, se dijeron satisfechos con los resultados. Incluso los líderes partidistas levantaron las campanas al vuelo y se olvidaron de que en un principio, los perredistas se mostraron renuentes al pacto con el PAN.

Curiosamente, al celebrar sus triunfos, los amarillos también parecieron olvidar que en enero de este año, Agustín Basave tuvo que renunciar como dirigente del Sol Azteca ya que “no existían condiciones para ejercer el cargo”.

Si bien la renuncia de Basave fue para presionar al partido y para empujar las alianzas con el PAN, la jugada fue clave para que hoy –según los panistas– tengamos a “tres héroes de la democracia” en las gubernaturas de Veracruz, Quintana Roo y Durango.

Por eso, llama la atención que circule el rumor de que –de nueva cuenta–, Agustín Basave podría amenazar con irse de la dirigencia nacional del PRD.

De acuerdo con el perredista Jesús Ortega –coordinador de la corriente Nueva Izquierda–, Agustín Basave presentará su renuncia formal el 2 de julio.

Sin embargo, no sobra decir que ante la salida de Basave, muchos son los panoramas que se le avecinan al PRD.

Por un lado, los conflictos internos para elegir a un nuevo dirigente podrían ser la estocada de gracia para un partido que va a pique.

Asimismo, en 2017 será la elección a gobernador en el Estado de México, entidad que siempre ha sido gobernada por el PRI. O si lo prefiere que el PAN y el PRD tendrán oportunidades de triunfo si y sólo si logran competir en alianza.

Por eso, si Basave ya tendió puentes con el PAN, ¿será sensato dejarlo ir en la antesala de una de las elecciones más relevantes?

Cabe señalar que el PRD podría perder su registro en algunos de los estados que tuvieron elección el 5 de junio. Y es que los amarillos no alcanzaron el porcentaje necesario para mantenerse como partido político.

Por eso, aunque Basave realizó un buen trabajo y entregó resultados positivos –la victoria en tres estados–, lo cierto es que el futuro del PRD sigue apareciendo entre pleitos internos y con ruta directa al precipicio.