Cuatro meses fue el tiempo que Roberto Sánchez, “El Fugas”, pudo eludir a la justicia. Mientras estuvo prófugo se operó la nariz, se injertó cabello y se dejó crecer el bigote. El hombre además se hacía pasar por un comerciante que llegó a Tlalnepantla para trabajar, pero elementos de la policía lo identificaron, debido a que aún conservaba muchos de sus rasgos fisonómicos más notables.
Aunque “El Fugas” intentó huir en su vehículo en el momento de la reaprehensión, dos patrullas le cerraron el paso, y al verse acorralado bajó del auto y disparó en contra de los elementos que repelieron el ataque hiriendo su pierna izquierda.
Roberto Sánchez fue trasladado al hospital y escoltado por un fuerte dispositivo de seguridad que posteriormente lo llevará de regreso al Reclusorio Oriente, de donde se escapó la última vez.
Ante los hechos, vale la pena replantearnos quién es el rey de las fugas en nuestro país: ¿El Chapo Guzmán, quien fue recapturado el 8 de enero de 2016? o ¿El Fugas que no sólo se ha escapado cuatro veces sino que además, en esta última, tuvo el tiempo para someterse a varias cirugías e intentar cambiar su identidad?
