Ya fue el SME, ¿y todo lo que se llevó?

Tras nueve años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) dio por terminado el conflicto con el Gobierno Federal.

Martín Esparza, líder de los electricistas, informó que alrededor de 14 mil 500 extrabajadores de LyFC recibirán el pago de indemnización que se negaron a aceptar desde 2009.

Es decir, que luego de varios años –y de varias mesas de negociación con la Secretaría de Gobernación–, este miércoles veremos la entrega de los talleres y fábricas del SME.

Lo interesante, sin embargo, es que con el “triunfo” de los electricistas, uno de los grandes ganadores es el propio Martín Esparza, quien además de estar a punto de ser diputado federal –por algún partido de izquierda–, se benefició con las cuotas de los electricistas y los “apoyos” que le dio el Gobierno.

Pero los electricistas no se quedan sin nada; pasan a formar la “Generadora Fénix”, también dedicada a la generación de energía eléctrica para la capital del país, y que nació –precisamente– en diálogos con la Segob.

Cabe señalar que, durante los años en que el SME caminó por el desierto, la Suprema Corte rechazó ampararlos, algunos querían que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fuera su patrón sustituto e incluso se acercaron a Andrés Manuel López Obrador para recibir ayuda.

Y hoy que, dicen, que el conflicto quedó atras; sólo queda preguntar,  ¿De a cuánto le tocó a cada quien? ¿dónde quedan aquellos extrabajadores y miembros del SME que en su momento aceptaron una liquidación? ¿finalmente se confirmará que todo esto fue una venganza en contra de Felipe Calderón?